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Destilación casera

Producir bebidas espiritosas requiere una buena cantidad de conocimientos y experiencia, por no mencionar el equipo adicional.

Los aficionados al vino y a la cerveza a menudo disfrutan produciendo las suyas. Aun cuando se trate sólo de un pasatiempo casual, los experimentos son divertidos y a menudo producen resultados que merecen la pena. En la fabricación de vodka, ginebra y otros licores se trata en de replicar el mismo proceso, aunque sea parcialmente y alterándolo ligeramente. Ahora, vamos a proponer un experimento, teniendo en cuenta que las siguientes instrucciones sólo tienen fines educativos y de entretenimiento.

Nota – En algunos países es ilegal destilar alcohol en el casa, y en otros hace falta obtener un permiso especial antes de hacerlo.

Hay dos tipos básicos de alambiques comerciales, y ambos tipos se han estado usando durante siglos. Los alambiques de caldera son básicamente lo que parecen, una olla grande en la que se calienta un puré. Los alambiques de columna, o alambiques de reflujo, llevan la tecnología al siguiente nivel. Pero es posible construir en casa un tercer tipo de alambique, a partir de un concepto parecido al alambique de caldera, utilizando artículos normales en el hogar.

Necesitaremos:

2.4 kg de hielo
Una olla de 5 litros, mejor con base de cobre
Un wok grande, con fondo cónico
una frasco, o jarra, resistente al calor, de tipo Pyrex

No es obligatorio utilizar una olla con base de cobre, y se podría trabajar con una olla de propósito general de acero, o de aluminio, pero el cobre tiende a funcionar mejor, en este caso, ya que retiene mejor el calor. Colocamos la olla en el fogón, poniendo en el centro el frasco Pyrex, u otro vidrio resistente al calor. Vertemos el vino o la cerveza alrededor del vidrio hasta que tenga unos centímetros de profundidad.

Colocamos el wok en la parte superior, asegurándonos de que hay algo de espacio entre el frasco de vidrio y el fondo del wok. El wok debe cubrir la olla hasta el el borde. Ahora colocamos unos 500g de hielo en el wok.

Calentamos lentamente, con el gas cerca del mínimo con el intención de evitar que el líquido hierva. Esto es esencial ya que el objetivo es evaporar sólo el alcohol, que tiene un punto de ebullición más bajo que los otros componentes del líquido.

Añadimos más hielo al wok cuando la cantidad anterior se derrita.

Cuando la olla alcance una temperatura alrededor de 65-80ºC (149-176ºF) el alcohol "hervirá" y se depositará en el fondo del wok. La baja temperatura del wok, provocada por el agua helada, hará que se condense el vapor. La curvatura natural del wok hará que parte del vapor condensado se mueva hacia el centro, desde donde goteará en el frasco. El líquido destilado en el frasco es alcohol.

Hay que tener en cuenta que hay al menos dos, y posiblemente más, tipos de alcohol posibles en el líquido destilado: etanol o alcohol etílico, y metanol o alcohol metílico. Sus puntos de ebullición no están demasiado separados y es muy posible que el alcohol deseado, etanol, se vea contaminado con metanol.

El punto de ebullición del etanol es 78.4ºC (173.12ºF) y el punto de ebullición del metanol es 64.7ºC (148.46ºF)

No se recomienda beber este líquido. El metanol puede afectar a la vista y causar ceguera.

Una disposición más sofisticada ayuda a superar el problema, hasta cierto punto, pero se requiere un control cuidadoso de la temperatura para mejorar las probabilidades.

En lugar de un wok, la mayoría de los alambiques caseros utilizan una tapa de cobre con un tubo también de cobre. La olla puede ser de cobre o de acero, de unos 10 galones. La tapa se asegura sobre la olla y el tubo se enrolla para formar un serpentín casero, y el extremo se lleva a otro contenedor. De esta forma el alcohol se condensará en el contenedor al final del tubo.

Puesto que el metanol tiene un punto de ebullición más bajo, se evapora primero, y el metanol líquido se desecha - los destiladores profesionales se refieren a esta parte del proceso como “la cabeza” - y a continuación, se eleva la temperatura hasta el punto de ebullición del etanol, pero aún por debajo del punto de ebullición del agua (100ºC, 212ºF) - los últimos vapores y lo que queda después del proceso es “la cola” y el líquido destilado, el que se aprovecha, se convierte entonces en "el corazón” según las palabras de los profesinales.

En principio, el uso de vino o cerveza como base del experimento elimina en parte el problema, ya que ambas bebidas contienen sólo el etanol, sin ningún metanol. Pero el calentarlos puede hacer que parte del etanol se convierta en metanol, ya que están estrechamente relacionados químicamente. Una vez más, no es recomendable beber el líquido que resulte de este experimento.

Además, hay que tener en cuenta también que el vodka, ginebra, y otros licores claros, se elaboran combinando el líquido destilado con aromas provenientes de hierbas y plantas, Mientras que el whisky, el coñac, y otros licores parecidos, deben envejecer en barricas de roble durante largos períodos, incluso varios años, para adquirir sus sabores distintivos.

Producir bebidas espiritosas requiere una buena cantidad de conocimientos y experiencia, por no mencionar el equipo adicional que también es necesario. Pero experimentar con el proceso de destilación puede ser divertido, aunque no podamos disfrutar del resultado.