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Restos de comida

Saber aprovechar las sobras de comida es una habilidad de todo buen cocinero.

La mejor forma de manejar las sobras de comida es que no las haya, a menos que sea ese el propósito. Si se planifican los menús cuidadosamente y se cocina midiendo bien las cantidades, no debería haber sobras.

Se puede hacer más cantidad de la requerida de algunas cosas con el propósito de que queden restos y esos restos faciliten la comida del días siguiente. Esto es algo que practican las personas ahorradoras y los que se preocupan por gestionar bien sus recursos. Con un sólo pollo, o dos, si caben en el horno, se puede servir pollo asado el domingo, croquetas el lunes, y sopa de pollo el martes.

Por supuesto, cuando queda comida, lo último que hay que pensar es en tirarla. Presentamos una colección de ideas que se pueden utilizar como punto de partida para crear recetas personalizadas con el deseo de que nunca más sea necesario deprimirse al ver cuanta comida ha sobrado.

Lo primero que hay que hacer con los restos de comida, cuando los hay, es conservarlos bien. Normalmente se enfrían a temperatura ambiente y se refrigeran hasta que se vayan a utilizar. Una forma de enfriar rápidamente los restos de comida es meter el recipiente que los contiene en agua helada. Los restos pueden conservarse durante diferentes período de tiempo, dependiendo del método de cocción y el tipo de alimento. Por ejemplo, las espinacas a la crema se deberían conservar solamente 24 horas, como máximo, deben usarse o deshecharse pasado ese tiempo.

No se deben guardar juntos restos de comida de dos días diferentes.

Trozos de empanada de atún y huevo duro.

Recalentar para otra comida

La forma más fácil de aprovechar las sobras es recalentarlas y servirlas tal cual en la siguiente comida. Pero recalentar tiene truco y hay que hacerlo de la forma adecutada, dependiendo del tipo de alimento. Para que no haya problemas, los alimentos se deben calentar hasta 74º C, al menos, o hasta que hiervan cuando se trata de sopas o salsas.

Muchos platos se pueden calentar en el horno de microondas. Es conveniente salpicar unas gotas de agua por encima para que la comida no se seque en el microondas, a menos de que se trate de una sopa. Si se trata de platos en los que hay salsa de tomate o algunos de los ingredientes tienen mucha más grasa que los otros, se recomienda recalentarlos tapados.

No se debe usar la olla eléctrica de cocción lenta para recalentar alimentos ya cocinado y enfriados. Como calienta muy despacio, los alimentos pasarían demasiado tiempo en la zona de temperatura peligrosa (entre 4ºC y 60ºC) en la cual las bacterias se multiplican rápidamente si el alimento está contaminado.

Para recalentar carne asada, hecha a la parrilla o frita, lo mejor es calentarla a la parrilla, en el horno, 1-2 minutos por cada lado; quedará tostadita pero jugosa. 

La carne guisada, hervida, o hecha al vapor, se puede recalentar en el microondas a potencia media durante 1-2 minutos. Para que no se seque, se le puede echar unas gotas de agua o taparla con un trapo húmedo.


Se recomienda deshechar cualquier alimento que haya quedado a temperatura ambiente durante más de 2 horas.

Las sobras de comida deben enfriarse rápidamente a temperatura ambiente para después refrigerarlas o congelarlas.

Recetas con restos