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El día de San Patricio

Una fiesta irlandesa que se convierte en una celebración de lo irlandés en el resto del mundo.

San Patricio es el santo patrón de Irlanda y su festividad se celebra el 17 de marzo. Es un día de vacaciones en Irlanda. Pero no es sólo el día festivo del Santo Patrón de Irlanda. Los emigrantes irlandeses llevaron sus tradiciones a sus nuevos hogares y este día muchos aprovechan para recordar sus raíces. Es un día que se hace notar en las regiones donde hay comunidades grandes de origen irlandés, como ocurre en los Estados Unidos o Newfoundland.  

De hecho, podría parecer que en Irlanda, no se celebra esta fiesta con tanto entusiasmo como en otras partes del mundo. Durante mucho tiempo fue una fiesta más parecida a un día de domingo corriente, con la excepción que se aprovechaba la ocasión para visitar a los parientes. Aunque los tréboles, símbolo de Irlanda, estaban presentes.

Ahora se celebra un festival que dura unos cuantos días, y no sólo el día 17 de marzo, con eventos culturales, exhibiciones artísticas, muestras gastronómicas y desfiles, particularmente el desfile en Dublín.

Cómo celebrar el día de San Patricio fuera de Irlanda

No se trata sólo de beber Guinness, que no es la cerveza que más se bebe allí, y cantar canciones irlandesas. Pero hay muchas tradiciones curiosas.

El verde es el color del día. Es el color de los tréboles, y el trébol es el símbolo de Irlanda, una tierra conocida como la Isla Esmeralda. Las cintas verdes y los tréboles son un símbolo del día de san patricio.

Pero también entra en juego la leyenda que dice que los mágicos leprechaun irlandeses pellizcan a cualquiera que puedan ver pero no pueden ver a la gente vestida de verde. Vestirse de verde es una forma de hacerse invisible para estos hombrecillos. Aunque muchos niños han tratado de poner trampas para capturar a un leprechaun y no les deben tener tanto miedo.

Uno se puede declarar irlandés por un día, decorar la casa con cintas verdes y tréboles, teñir de verde todo lo que se pueda, incluso la cerveza y las galletas, y servir una comida irlandesa.

Muchos se sienten un poco duendes y tratan de pellizcar a quien se ponga al alcance de la mano.

Hay muchas recetas irlandesas de las que echar mano. Puede servirse algo tradicional como cerdo hervido con repollo acompañado de patatas cocidas, y budín de pan irlandés de postre. Un menú más moderno podría incluir Dublin lawyer (abogado de Dublín, literalmente) un plato de langosta con una salsa de nata y whiskey.

Puede organizarse una cena compartida y pedir que cada invitado contribuya con un plato irlandés y una moneda brillante. Se pueden esconder las monedas como si fueran el tesoro del leprechaun para que los niños las busquen. Y si no hay niños, pueden organizarse algunos juegos y que el ganador se lleve el bote.

Cuando los irlandeses llegaron a los Estados Unidos, fueron tratados horriblemente, en los periódicos se les presentaba como monos bailarines,  borrachos, e incluso come la muerte encarnada. Se creía que los irlandeses traían la enfermedad y el hambre consigo. Pero después de algún tiempo, la comunidad irlandesa se dio cuenta de que eran muchos y su gran número significaba que tenían peso específico y podían ejercer cierta influencia; y eso es lo que hicieron. Su situación cambió. Ahora esa influencia puede notarse en todo tipo de ámbitos, desde la política a las novelas de fantasía. Hay un poco de irlandés casi todos los norteamericanos.

De hecho, el día de San Patricio se celebra en la Casa Blanca. En Nueva York, suele haber desfiles con motivos irlandeses. En Chicago, el día de San Patricio suelen teñir el río de verde.


En muchos otros sitios se dan muestras de apoyo tiñendo el agua de verde o iluminando con luz verde esmeralda monumentos importantes. El Ojo de Londres se baña en luz verde el día de San Patricio.