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Los trucos del horno

Unos cuantos consejos para garantizar el mejor resultado en cuestión de panadería, bollería y repostería en general.

Trucos

La levadura está viva. Para saber si está activa, basta poner poner un poco de levadura en un cuenco con agua tibia, nunca hirviendo, y se puede añadir 1 cucharadita de azúcar para agilizar el proceso. Si después de 5-10 minutos burbujea o se ve algún tipo de efervescencia, la levadura está activa.

Si la está pasada de fecha, la levadura tardará bastante más tiempo en fermentar pero todavía se puede usar. No es tóxica.

Para evitar que la fruta (seca, congelada o fresca) se hunda hasta el fondo de la masa se pasa ligeramente por harina antes de incorporarla.

Para hacer bizcochos de colores, es mejor usar colorante alimentario en forma de pasta y mezclarlo con 1 a 1 1/2 cucharadas de leche antes de incorporarlo a la masa.

Si queremos saber si un bizcocho está hecho basta clavar un palillo en el centro. Si el palillo sale limpio, el bizcocho está listo. Esta prueba también funciona con pan de molde.

Otra forma de comprobar si un bizcocho está en su punto es presionar suavemente en el centro. Si el bizcocho recupera su forma, está listo. Este sistema es el mejor en el caso de bizcochos pequeños o magdalenas.

Los buenos observadores saben que un bizcocho está hecho cuando empieza a separarse del molde.

Cada horno tiene su propia personalidad y el tiempo de cocción puede ser ligeramente mayor o menor del tiempo indicado. Lo mejor es comprobar si un bizcocho está hecho unos 10 minutos antes de ese tiempo. Si el bizcocho no estuviera hecho, lo volvemos a poner en el horno unos 15 minutos más.

Al hornear, debemos colocar la rejilla, o la bandeja del horno, en la posición central, a menos que la receta diga específicamente otra cosa.

Cuando las recetas no especifican el tamaño de los huevos, podemos asumir que son huevos medianos. Si no tenemos medianos, mejor usar huevos grandes.

Para proteger la bandeja o la rejilla del horno, podemos forrarlas con papel de aluminio. Reciclar el papel de alumino una vez que se ha usado.

Calentar el horno hasta que alcance la temperatura requerida por la receta antes de meter el bizcocho asegurará una cocción uniforme.

Utilizar un reloj con timbre para que avise cuando se termine el tiempo que la comida debe estar en el horno. Es muy fácil distraerse y que la comida se pase de punto.

Cuando una receta pide batir la mantequilla conviene sacarla de la nevera con tiempo suficiente para que esté a temperatura ambiente. Es más fácil batirla si está blanda.

Las grasas sólidas a temperatura ambiente se pueden congelar y se pueden usar para hacer masa sin necesidad de descongelarlas, basta rallarlas sobre la harina.

Nuestra experiencia y sentido común nos indicarán si es necesario engrasar el molde o no. Si usamos material anti-adherente de alta calidad o lo protegemos con papel engrasado de cocina, probablemente no hará falta añadir más grasa a la receta.

Usar una cuchara para helado al distribuir la masa para bizcochitos o magdalenas en los recipientes individuales. Todos tendrán la misma cantidad, y se cocerán a la vez, y se escaparán menos gotas.

La docena del panadero son 13 unidades. Hornear en grupos de 13 permite distribuir major los pastelillos y que se cuezan de manera más uniforme.

Para evitar que un bizcocho se pegue a la fuente de servir podemos espolvorear un poco de azúcar glas.

Para que el pan, o la empanada, tenga una corteza dorada es mejor pintar la superficie con huevo batido, leche, o, mejor aun, 1 huevo batido con 1 cucharada de leche.

Si el horno no mantiene una temperatura uniforme en todos los rincones, lo mejor es rotar la bandeja a mitad de la cocción.

Para glasear una tarta, es mejor hacerlo a temperatura ambiente. Es necesario reservar tiempo suficiente a la hora de hacer el bizcocho.

No hace falta limitarse a la fruta en los bizcochos, también pueden usarse algunas hortalizas. La tarta de zanahoria, los bizcochos de calabacín y chocolate, o las galletas de calabaza están deliciosas.

Cuando se sale la masa al subir un bizcocho que se está horneando, salpicar sal sobre la masa derramada para evitar el olor a quemado.

Galletas

Es mejor preparar la masa para galletas cuando la mantequilla está blanda porque es más fácil de mezclar. La mantequilla a temperatura ambiente es ideal.

Si la mantequilla está todavía fría de la nevera, se puede templar en el microondas calentándola unos segundos a la potencia para descongelar. El tiempo dependerá de la cantidad de mantequilla, lo mejor es empezar por 10 segundos y comprobar, si es necesario se calienta 5-10 segundos más y luego se deja reposar hasta que esté listo para su uso.

Las galletas hechas con mantequilla derretida se doran uniformemente y tienen una superficie brillante pero la textura es diferente, son menos gruesas y se agrietan.

Si las galletas se hacen con harina de repostería también se doran uniformemente y quedan brillantes, son más gruesas y crujientes, su textura es mejor y su apariencia más atractiva.

Para que las galletas se parezcan más a un bizcochito, usar más huevo. Para que se desmiguen mejor y sean algo más duras al morder, usar más mantequilla.

Para que todas las galletas se doren a la vez deben ser del mismo tamaño. Es mejor utilizar una cuchara de medir.

Si se están horneando dos lotes de galletas a la vez a diferentes alturas, conviene intercambiar las bandejas a mitad de la cocción para que las galletas se hagan por igual.

Al hacer galletas, es mejor usar una bandeja de color claro. Con una bandeja negra o de color oscuro, se corre el riesgo de que se quemen por debajo antes de que las galletas estén hechas.

Para que guarden la forma y no se peguen, debe dejarse suficiente espacio entre dos galletas.

Para que las galletas no se extiendan demasiado sobre la bandeja al hornearse, puede refrigerarse la masa antes de poner las galletas en la bandeja. También pueden cortarse las galletas y colocarlas sobre la bandeja de horno y refrigerar la bandeja 30 minutos.

Si se va a hornear más de un lote, conviene enfriar la bandeja antes de poner el siguiente lote, para ello se moja la parte posterior primero con agua templada y después con agua fría. A veces hay que volver a engrasar la bandeja de horno antes de hornear un segundo lote de galletas.

Comprobar si las galletas están hechas en el tiempo mínimo de cocción que indique la receta, pues es fácil que se pasen. Las galletas están listas cuando empieza a dorarse el borde.

Las galletas de mantequilla de cacahuete están deliciosas cubiertas de chocolate. Dos cosas buenas de una sola vez.

Masa quebrada

Las mejores bases de masa quebrada para tartas se hacen con mantequilla, pero las que se hacen con margarina o con materia grasa vegetal están bien y son más baratas.

Al hacer masa quebrada, conviene que el agua y la mantequilla estén muy frías. Cuando llega el momento de usar las manos, usar sólo la punta de los dedos y no trabajar la masa excesivamente.

La mantequilla debe venir directamente de la nevera, incluso se puede cortar en trozos pequeños y volverlos a refrigerar durante una hora antes de empezar a trabajar. Si no hay tiempo para esto, lo mejor es cortar el bloque de mantequilla dentro de la harina con un cuchillo frío.

En el caso del agua, basta con tener un vaso de agua con hielo cerca y usar la que se necesite.

Al usar el rodillo, conviene ser generosos al espolvorear harina en la superficie de trabajo y el rodillo. Será mucho más fácil estirar la masa.

Si no hubiera suficiente masa para cubrir la tarta, o la empanada, no pasa nada. Siempre se puede hacer un diseño con huecos, o simplemente estirar la masa para cubrir tanta superficie como se pueda. La tarta resultante todavía tendrá un aspecto magníficoy será igualmente apetitosa.

¿Sobra masa después de cubrir la tarta y no podemos congelarla? Cortarla en forma de pequeñas galletas o palitos, espolvorear con azúcar y canela, y hornear ¡Delicioso!

Después del horno

Los bizcochos y galletas necesitan enfriarse antes de decorarlos o servirlos. Primero se dejan enfriar en el molde pero sólo unos pocos minutos, si se dejan demasiado tiempo en el molde; se pegan y es más difícil sacarlos. Un bizcocho fino para hacer una tarta a capas necesitará 5 minutos. Un bizcocho alto o uno muy húmedo necesitará de 10 a 15 minutos. Los brownies deberán enfriarse unos 20 minutos en el molde. Las galletas deberán reposar 1-2 minutos antes de retirarlas de la placa y pasarlas a una rejilla.

Para obtener los mejores resultados, enfriar los bizcochos y tartas con la superficie que se va a presentar hacia arriba.

Para desmoldar un bizcocho o un pastel hecho en un molde desmontable no hace falta volcarlo. Basta con poner un vaso boca abajo en una mesa y apoyar la base del molde desmontable sobre el vaso. El lateral desmontable caerá hacia abajoy el pastel quedará arriba, sobre la base.

Para desmoldarlo y que siga enfriándose, puede volcarse sobre una rejilla de pastelería para que termine de enfriarse. Se cubre la rejilla con papel encerado o un trapo, se pone encima del molde y se le da la vuelta. Se sacude ligeramente para que caiga. El trapo, papel de cocina, o papel encerado  evitarán que la rejilla marque el bizcocho.

Si el bizcocho ha quedado muy seco, se puede emborrachar con un almíbar hecho con azúcar y agua a partes iguales, y aromatizado con vainilla, zumo y ralladura de cítricos o especias.

Decorar y rellenar

Es necesario que el pastel esté frío, a temperatura ambiente, antes de aplicarle el glaseado o este se derretirá.

Para decorar una tarta puede utilizarse una manga pastelera con diferentes boquillas. Se puede improvisar con una bolsa de plástico, se le corta una esquina, se llena con la glasa y se aprieta. Si hace falta aligerar la glasa, especialmente si se va a extender con una espátula, puede hacerse con agua, si está  hecha sólo con azúcar, o leche, si se trata de una glasa con mantequilla o queso crema.

Si un bizcocho no tiene buena presentación, debemos recordar que el azúcar glas, el cacao en polvo y el coco rallado pueden tapar muchos defectos. Si la superficie quedó irregular, una cobertura cremosa puede hacder que parezca recta y perfectamente nivelada.

Como relleno rápido pueden usarse mermelada y nata montada. Si hay un poco más de tiempo, una crema de mantequilla lo hará más jugoso. La nata montada y la crema de mantequilla se pueden aromatizar mezclando un poco de cacao en polvo y otros sabores. Si hay mucha prisa, el bizcocho se puede rellenar con una pasta de chocolate y avellanas ya preparada.

En el congelador

La mayor parte de los bizcohcos se pueden congelar, basta ponerlos en un contenedor hermético. Así pues, si nos encontramos repitiendo la misma receta frecuentemente, merece la pena doblar la cantidad y congelar la mitad.

Para tener un suministro constante de galletas lo mejor es preparar la masa en gran cantidad y refrigerarla o congelara. La mayoría de las galletas también pueden congelarse una vez cocidas.

La masa de galletas se puede refrigerar y congelar sin problemas. Lo mejor es darle forma de cilindro, refrigerarla, e ir cortando rodajas cuando haga falta hornear mas galletas. En vez de congelar el cilindro entero, congelar las rodajas.

Si hace falta una tarta glaseada para una ocasión especial y vamos a estar cortos de tiempo cuando llegue el gran día, siempre podemos preparar el bizcocho con antelación y congelarlo. Bastará con descongelar el bizcocho con suficientemente tiempo para glasearlo cuando llegue el momento.


Lo esencial

Los iIngredientes deben estar a temperatura ambiente.

Debe seguirse la receta, especialmetne las porporciones y las medidas deben ser precisas.

Calentar el horno a la temperatura adecuada antes de meter la masa.

Un bizcocho se debe meter en el horno en cuanto se haya mezclado la masa.


Se puede apagar el horno unos minutos antes, sin abrirlo, y dejar que el plato se termine de hacer con el calor restante, ahorrando energía. El tiempo depende del plato que se cocine y del tipo de horno, pero casi cualquier horno se puede apagar entre 5 y 10 minutos antes.

La mantequilla que queda en la envoltura puede usarse para engrasar un molde. Basta frotar la envoltura contra la superficie del molde.

Se puede aprovechar el queso que está algo seco y no apto para la mesa secando para hacer una magnífica pasta para bocadillos rallándolo grueso, o picándolo, y mezclándolo con cebolla picada.


Horneamos

El horno