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El vino en Oregón

Hacer vino en Oregón sigue siendo un desafío.

Oregón destaca por su clima, mayormente lluvioso, horas de sol limitadas, temperaturas más frescas y heladas frecuentes en el otoño. Además, debido a los grandes cambios climáticos de un año a otro, la calidad de la vendimia varía mucho. Algunos años producen una fruta con mucho alcohol y acidez por debajo del promedio, mientras que otros, debido a inviernos secos y primaveras húmedas, se obtiene un menor contenido de alcohol y diversos perfiles de sabor. Y todavía otros años ven la lluvia al final de la temporada después de un verano de calor intenso, para producir sabores concentrados y taninos suaves.

Entre las AVA (Áreas Vitivinícolas Americanas) en Oregón contamos los valles de Willamette Valley, Umpqua, Rogue e Illinois y también partes de Walla Walla y Columbia Gorge compartidas con Washington.

El vino hecho con uvas Pinot Noir de Oregón destaca y se ha ganado con creces su reputación, totalmente merecida. Ya en 1979 ocupó el segundo o tercer lugar en la competencia olímpica francesa, frente a la potencia que es Borgoña.

La uva Pinot Noir es afortunadamente una uva de maduración temprana, cuya área de producción principal es el valle de Willamette, justo al sur de Portland.

Las bodegas de Oregón han sido conocidas durante principalmente por ese Pinot Noir pero se están diversificando e intentando crear nuevos tintos, mientras que sus vinos blancos siguen majorando. En los años buenos, se producen unos vinos de Pinot Noir que son ahumados y terrosos, pero la producción de Pinot Gris está aumentando y puede competir favorablemente.

Otras uvas, como Cabernet Franc y Zinfandel, solo crecen en el valle Rogue y en Walla Walla, que son más cálidos y están bendecidos con más luz solar.

Aquí crecen también crece Cabernet Sauvignon y Merlot, uvas que salen beneficiadas con climas más cálidos y selectos, están empezando a ver la luz gracias a los esfuerzos de algunos arriesgados viticultores.

Uvas tintas de Oregón.

En las áreas del sur, Zinfandel y Tempranillo son cultivadas con maña. Incluso la tan cacareada Syrah está prosperando, impulsada por los meticulosos viticultores de la región, que ahora tienen más de 40 años de experiencia a sus espaldas. Desde una pequeña sección en el lado sur del río Columbia, ha llegado el primer gran vino hecho de Syrah,  un vino nacido en un área prácticamente desconocida hasta ese momento.

Se continúa haciendo experimentos con uvas Riesling y Gewürztraminer, un poco de Sauvignon Blanc e incluso la poco conocida Muller-Thurgau. Las Garnachas, Lemberger, Sangiovese, e incluso Nebbiolo, han empezado a hacer acto de presencia.

Con más de 300 bodegas y 500 viñedos que cubren más de 5.500 hectáreas, el vino en Oregón ha crecido mucho desde sus humildes comienzos, cuando hace unas pocas décadas atrás sólo había 47 bodegas. La producción vinícola de Oregón es la cuarta en EE. UU.

Y se pueden esperar cosas aún mejores en el futuro. El empuje de la nueva cocina de Oregón acompaña al de sus vinos.