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La cerveza

La historia de la fabricación de cerveza es una historia de ingenuidad humana, dedicación, y orgullo.

Aunque la elaboración del vino es un arte muy antiguo, tal vez iniciado por los fenicios hace unos 2.600 años, la fabricación de cerveza es más antigua que la agricultura. Ya en el 8000 antes de Cristo, las mujeres recolectaban grano salvaje y lo usaban para hacer cerveza, aunque dependían de  la aparición espontánea de la levadura, transportada por el aire, para la fermentación.

Con el nacimiento de la civilización también vino el nacimiento de elaboración controlada de cerveza. Los sumerios crearon diversas variedades, alrededor de 4000 AC, empapando el pan de cebada en agua, y los babilonios desarrollaron muchas más unos dos mil años después. También los egipcios bebían cerveza. La cerveza que se hacía era espesa, aburrida, y amarga. Pero también era saludable, mucho más saludable que el agua de la mayoría de las fuentes. Afortunadamente para nosotros, la práctica sobrevivió.

La producción de vino dominó las regiones del sur de Europa durante siglos, pero en el norte y en algunas regiones del este, el clima era demasiado frío para el cultivo de uvas. Cualquier región en donde se pudiera cultivar cebada, sin embargo, estaba preparada para la producir cerveza. En Alemania, bendecida con ambos tipos de clima, podría hacer las dos cosas. El clima de Inglaterra era demasiado frío para los viñedos, y se dedicaron entonces a la elaboración de la cerveza.

A principios del siglo XII se produjo la primera gran expansión de las fábricas de cerveza, cuando los monjes se consagraron a investigar formas de complementar las raciones de alimentos y sus ingresos. En gran parte protegidos por mecenas reales, los monasterios desarrollaron el uso del lúpulo, primero para como conservante y más tarde como agente aromático y saborizante.

A partir de 1397, la cervecería Spaten de Munich expandió enormemente el arte y la ciencia de la elaboración de la cerveza. Pero fue a mediados del siglo XIX, con la introducción tanto de la maquinaria a vapor como de la refrigeración, que la cerveza alcanzó un punto álgido. Gabriel Sedlmayr, y más tarde su hijo, introdujeron técnicas que todavía sus descendientes utilizan hoy en día para la producción de finas cervezas de tipo lager.

Carlsberg en Copenague, por ejemplo, fue una consecuencia directa de la labor realizada en Spaten. Su fundador fue alumno de Sedlmayr y comenzó su cervecería utilizando levadura de Spaten.

El trabajo de Pasteur en el proceso que más tarde llegó a conocerse con su nombre, contribuyó enormemente a este progreso. Sus estudios, de hecho, no estaban orientados hacia la conservación de la comida o de la leche, sino que se centraban en la levadura y la mejora de la cerveza.

En la década de 1870, gracias a las innovaciones en Pils en la República Checa, empezaron a surgir las cervezas lager doradas. Estas cervezas se extendieron rápidamente a Viena, en Austria, y Dortmund, en Alemania, y poco después a toda Europa. Con la gran inmigración de finales del siglo XIX, América adoptó el estilo no mucho después.

En el extremo norte de Europa, los finlandeses desarrollaron su propia cerveza distintivo, llamado Sahti. El uso predominantemente de enebro, con sólo pequeñas cantidades de lúpulo, da la cerveza su sabor único. El siglo XVIII vio la creciente popularidad de esta cerveza afrutada de sabor tan distintivo, que se almacenaba en frescas bodegas de piedra, donde se conservaba durante largos períodos. Esta cerveza aun se hace hoy en día, la bebida es uno de los tesoros nacionales de Finlandia, que disfrutan igualmente nativos y visitantes.

En cualquier parte de Europa que se visite, se pueden encontrar evidencias de la larga historia de esfuerzos realizados para perfeccionar este brebaje. Unos esfuerzos que han gozado de gran éxito, gracias a la dedicación de miles de incansables fabricantes de cerveza. Su orgullo a la vista de los resultados es bien merecido.

La cerveza es la bebida resultante de fermentar cereal, normalmente cebada. Se hace sólo con agua, cebada malteada u otro cereal, lúpulo, y levadura. Los principales tipos de cerveza dependen del tipo de levadura que se use. En las cervezas de tipo Pilsner y Lager, la levadura se acumula en el fondo. En el caso de las cervezas de tipo Ale, la levadura sube a la superficie.

La cerveza es una bebida alcohólica. Su contenido de alcohol varía del 3% al 12%, según su tipo. Normalmente son las cervezas de tipo ale las que tienen un contenido alcohólico más alto.

Los estilos de cerveza incluyen, lager, licor de malta, cerveza inglesa - incluyendo India pale ale, porter, o stout. También están la cerveza bock, y la cerveza de trigo. Para los que se cuidan, hay cervezas ligeras, con menos calorías, y las cervezas sin alcohol.


Merece la pena beber agua después de beber cerveza, vino, o combinados. El alcohol es un diurético y se trata de compensar el líquido perdido. La estrategia es beber un vaso de agua por cada copa de cerveza, vino, o combinado. Y cuando la noche ha sido auténticamente loca y uno se ha pasado, lo mejor es beber cuanta agua se pueda antes de irse a la cama. Ayudará a que la resaca no sea tan fuerte, pero no la va a curar.


En lugares del Africa oriental se puede comprar cerveza del plátano, producida por la fermentación de plátanos.


La cerveza se utiliza en la cocina, especialmente en sopas y guisos. Cuando tenemos una receta que usa cerveza y no tenemos ninguna a manol, podemos sustituirla por caldo de pollo o carne, con un poco de angostura, vino tinto, o  saké, para aproximarnos más al sabor.