Rodaballo a la gallega
Esta receta comienza con la preparación de un caldo sabroso que se utiliza para escalfar el pescado, permitiendo que los sabores se infundan en el pescado. Se termina con una salsa de ajo y cebolla fritos en la sartén.
Ingredientes
Instrucciones
Pichamos los clavos en las cebollas cortadas por la mitad. Las ponemos en una cazuela grande con el puerro, la zanahoria, el ramillete de hierbas, vino blanco y el agua. Calentamos a fuego vivo hasta el primer hervor, lo tapamos parcialmente, bajamos el fuego y dejamos que todo cueza a fuego lento 30 minutos. Colamos este caldo y lo reservamos.
Ponemos el rodaballo limpio en una cazuela grande y lo cubrimos con el caldo. Lo llevamos a ebullición a fuego vivo. Al primer hervor, bajamos el fuego para escalfar el pescado lentamente, 20-25 minutos. Retiramos el pescado del caldo.
Calentamos el aceite en una sartén honda. Freímos la cebolla, el ajo y la hoja de laurel hasta que se doren. Retiramos la sartén del fuego e incorporamos el pimentón y el zumo de limón para formar la salsa.
Pasamos el rodaballo a una fuente caliente y vertemos las salsa por encima. Lo servimos caliente.
Notas
Al hacer el caldo para cocer el pescado, será necesario espumar el caldo de vez en cuando.
El rodaballo se puede adornar con verduras, tomatitos o rodajas de limón. Las rodajas de limón se colocan alrededor de pescado para darle una presentación más atractiva, y para que los comensales puedan exprimir un poco de jugo de limón fresco sobre el pescado si lo desean.
El rodaballo a la gallega se puede servir con una variedad de verduras cocidas o asadas como patatas, espárragos, pimientos o tomates miniatura para añadir color y textura al plato. Las verduras se pueden presentar en un molde.
Variaciones
Quienes gusten de la comida picante, pueden añadir un poco de guindilla o pimienta de cayena a la salsa.
Con vino tinto: Para una variación interesante, prueba a reemplazar el vino blanco por vino tinto para un sabor más robusto.