productos lácteos

Lomos de pescadilla hechos en el horno con una salsa de mantequilla, queso y pimiento.

Una ensalada que une sandía dulce y crujiente con dados de queso salado, rodajas de pepino y el sabor chispeante de la cebolla morada, aromatizada con el sabor fresco de las hojas de menta.

El desayuno, o la merienda, son aún más nutritivos y deliciosos cuando la tostada francesa se rellena con queso y fruta.

Un plato popular de Sudáfrica que es una deliciosa mezcla de carne al curry y fruta terminado en el horno con una capa de leche y huevo, cuajada como flan.

Se pueden hacer sándwiches realmente deliciosos con pan pita. Una vez que se abren, se pueden rellenar con casi cualquier cosa que nos guste.

Una crema suave, ligera y de sabor delicado adecuada para las dietas sin carne ni pescado, y para las dietas bajas en calorías.

La salsa Marco Polo es un condimento elegante, de sabor delicado y muy fácil de hacer. Le da un toque final delicioso a platos de pasta, verduras al vapor y pescado escalfado.

Las zanahorias cocinadas lentamente con zumo de naranja y comino son un acompañamiento exquisito para cualquier asado.

Una salsa parecida al hummus pero menos calórica porque no incluye tahini.

Patatas cortadas en rodajas hechas en el horno con mantequilla y hierbas, terminadas con queso fundido.

Una cobertura deliciosamente dulce para cualquier tarta o bizcocho.

El pescado al horno con tocino ahumado, patata y nata líquida no es un plato ligero, pero es muy reconfortante y es una de esas recetas que nos hacen recordar la niñez y la cocina de casa.