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Dietas vegetarianas, salud y medio ambiente

Las dietas vegetarianas son buenas para la salud y también para el medio ambiente.

Varios estudios epidemiológicos indican que los vegetarianos tienen menor morbilidad y mortalidad por enfermedades degenerativas crónicas. Hoy en día, los vegetarianos todavía constituyen pequeño de la población, pero cada día hay más personas dejan de comer carne roja o que prueban su primer bocado de tofu. Aparte de la ética, las principales razones por las cuales la gente deja de carne son la salud y el medio ambiente.

Tasas más bajas de enfermedad entre los vegetarianos

Cientos de estudios diferentes coinciden, mostrando que los vegetarianos que siguen dietas equilibradas tienen tasas más bajas de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, obesidad y ciertos tipos de cáncer. Comemos demasiada carne y esto cuesta millones al año en gastos médicos por hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, cálculos biliares, obesidad y enfermedades transmitidas por los alimentos asociadas con la carne. Una dieta vegetariana se asocia con un menor nivel colesterol, una presión arterial más baja y un peso más saludable. Hay menos personas obesas entre los vegetarianos.

Ya en 1997, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer recomendó seguir una dieta vegetariana para reducir el riesgo de padecer cáncer. Entre los vegetarianos hay un 24% menos de personas con enfermedades cardíacas, y entre los veganos este porcentaje se sitúa en un asombroso 57%. En 2001, un estudio exhaustivo de un grupo religioso vegetariano encontró que tenían la mitad de la tasa de presión arterial alta y diabetes, la mitad de la tasa de cáncer de colon y dos tercios de la tasa de artritis y cáncer de próstata que otros grupos con un tipo de alimentación distinta. Estudios posteriores han confirmado la relación entre una dieta vegetariana y el menor riesgo de padecer las enfermedades ya mencionadas. Además, también ha habido algún caso en el que se ha comprobado que al comer menos carne se consigue reducir la osteoporosis en mayor medida que al complementar la dieta con calcio.

¿Es ser absolutamente vegano para obtener estos beneficios?

No necesariamente. Analizando conjuntamente varios estudios de mortalidad entre personas con una dieta vegetariana o vegana, los investigadores han concluido que incluso la reducción de la cantidad de carne en la dieta tiene un efecto significativo en la reducción de la tasa de enfermedades. Las personas que comen carne solamente una vez a la semana pueden tener una tasa de mortalidad por enfermedades cardíacas un 20% menor, y su tasa de mortalidad general se reduce en un 10%.

Entre los pescatarianos, que comen solo pescado y alimentos de origen vegetal, puede esperarse un 34% de reducción en la tasa de mortalidad por enfermedades cardíacas, mientras que su tasa de mortalidad general puede reducirse en un 18%.

Cuanto más reduce el consumo de productos de origen animal, más parecen incrementarse los beneficios para la salud. La tasa de mortalidad por cáncer entre los veganos es del 7%, mientras que se encuentra alrededor del 19% en la población general.

Las dietas vegetarianas son buenas para el planeta

Cada año, los carnívoros contribuyen a la prosperidad de la industria ganadera. Esta industria utiliza una enorme superficie de tierra para cultivar cereales y grano para alimentar al ganado, tierra que podría usarse para cultivar alimentos destinados al consumo humano.

Como la mayoría de la gente sabe, el ganado vacuno produce grandes cantidades de gas metano, tóxico para el medio ambiente. La cría de ganado también utiliza preciosos recursos hídricos.

Las dietas vegetarianas y la selva tropical

Puede que no todo el mundo sea consciente de que comer carne también contribuye a la destrucción de las selvas tropicales. En un esfuerzo para poder vender sus productos más baratos, las grandes cadenas de hamburguesas, y otras empresas alimentarias, están criando ganado en Centroamérica y el norte de América del Sur, donde la mano de obra y otros costes de producción son más bajos. Los habitantes de esas regiones están cortando y quemando sus selvas tropicales nativas para dejar espacio a las nuevas granjas de ganado vacuno.

Las dietas vegetarianas y las emisiones de gases nocivos

Se estima que una dieta vegetariana ahorra reduce la cantidad de gases de efecto invernadero en 1 tonelada y media por persona y año. Producir producir 1 caloría de proteína animal requiere quemar diez veces más combustible fósil del que se requiere para producir 1 caloría de proteína vegetal. Al seguir una dieta vegana se consigue reducir la emisión de dióxido de carbono en mayor cantidad que al cambiar un coche de combustible convencional por un coche híbrido.

Las dietas vegetarianas y las reservas hídricas 

Lo que es más preocupante es que cada hamburguesa que se originó en una vaca criada en la selva tropical ha requerido la destrucción de aproximadamente 5 metros cuadrados de dicha selva. Además, los estudios muestran que para obtener 500 g de carne de vacuno se requieren mas de 9 metros cúbicos de agua. El agua utilizada para producir una hamburguesa es suficiente para disfrutar de una larga ducha diaria durante dos semanas.