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La cerveza en Bélgica

En Bélgica se producen cervezas excepcionales.

Aunque se beba  vino en las comidas, es más frecuente beber cerveza r. La cerveza es un acompañamiento ideal para muchos platos, especialmente charbonnades y otras recetas a base de cerveza, y, por supuesto, el popular filete con patatas fritas.

La cerveza se bebe más a la hora del almuerzo que por la noche, el vino se bebe con ambas comidas.

La producción de vino es prácticamente inexistente en Bélgica, sin embargo la cerveza es otra historia. Bélgica es sin duda tierra de cerveza y un país que produce cervezas especializadas de gran calidad. Entre otras especialidades, se encuentran cervezas aromatizadas con sabores frutales, por ejemplo, melocotón, cereza o frambuesa. Una de esas cervezas aromatizadas sienta bien cuando se bebe en uno de los locales de la Gran Place en Bruselas, sentado enfrente de la chimenea.

Las cervezas belgas de producción industrial son bien conocidas, pero son mucho más interesantes las deliciosas cervezas producidas todavía con métodos tradicionales. Las cervezas de tipo lambic se producen en Bruselas por fermentación espontánea producida por levaduras silvestres. Y Bruselas es uno de los pocos lugares del mundo donde se produce este fenómeno.

 Pero muchos consideran que el pináculo de la cerveza belga lo alcanzan los seis monasterios trapistas. Entre otras cervezas, producen la excelente tripel. El nombre deriva de su proceso de elaboración, durante el cual se le agrega hasta tres veces la cantidad de malta trapista tradicional. Tiene un color dorado claro, una graduación alcohólica alta, y un sabor fuerte, aunque no es muy amarga. La cabeza es cremosa, con mucha espuma, y tienen un aroma que se percibe fácilmente. Tiene un cuerpo ligero debido al uso de azúcar durante la elaboración. Una de las cervezas trapistas Tripel más conocidas es la Westmalle, producida en Nuestra Señora del Sagrado Corazón, fundada en 1794. La cerveza Rochefort 8 (8.1%) es una de las que más se ven fuera de Bélgica. Algunas variedades de este tipo de cerveza artesanal alcanzan el 12% de alcohol pero sus sabores son una mezcla embriagadora de malta y lúpulo, y nunca resultan demasiado fuerte.

Cerveza en Bruselas

En Bruselas se puede visitar la Brasserie Cantillon, donde todavía se elabora cerveza utilizando el método tradicional con fermentación espontánea. También albergan el Museo de la Gueuze. Aparte de sus horarios de apertura, se celebran días donde abren al público todas las instalaciones y pueden organizar excursiones en grupo.

Entre otras cosas, se puede como se produce la cerveza conocida como kriek por la adición de zumo de cereza al lambic, o la framboise cuando se añade zumo de frambuesa a la cerveza en producción. La adicción de caramelo y azúcar da como resultado faro.

La cerveza fuera de Bruselas

Muchas ciudades todavía mantienen su cervecería local donde fabrican sus propias variedades. El Domus, en Lovaina, es una cervecería familiar que ofrece cervezas estacionales, incluyendo la pálida cerveza blanca de Lovaina. Se pueden degustar allí mismo.

Lovaina es también la casa madre de Stella Artois, la estrella de la cerveza belga. Stella es la cerveza de cebada belga. Aunque comenzaron a fabricar cerveza en el siglo XIV como "Den Horen" (el cuerno) es una fábrica de cerveza totalmente moderna. Admiten visitas y se puede ver todo el proceso de elaboración de la cerveza, pero es  muy recomendable consultar los horarios y reservar con antelación.