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Como hacer cerveza en casa

Un resumen del proceso y de las herramientas necesarias para fabricar cerveza en casa.

Equipo

En cualquier proyecto, el éxito final depende en gran medida de la preparación inicial, y la elaboración de cerveza casera no es una excepción. Todo debe estar limpio y bien organizado para poder llevar a cabo todas las fases con confianza en el resultado final.

¿Pero qué es ese "todo"?

Agua

Nadie pensaría que el agua puede variar mucho, pero la realidad es que podría ser la sustancia química más variada de la tierra. Por supuesto, el agua no es más que H2O, pero los elementos que contiene disueltos influyen grandemente en el producto final y hay una gran diferencia de un tipo de agua a otra. Se puede empezar con 22-30 litros de agua de manantial, pero quien quiera experimentar con otros tipos de agua, puede hacerlo.

Malta

Este es el material básico que se transforma en cerveza. Por lo general, se trata de algún tipo de grano de cebada. Probablemente se puede obtener en algún almacén local. Si no fuera posible, seguro que se puede encontrar un proveedor en Internet.

Levadura

Estos organismos vivos convierten los azúcares en dióxido de carbono, que produce las burbujas, y en alcohol. Hay que darles las gracias por sus magníficos esfuerzos.

Caldera

Un contenedor con tapa que almacenará líquido no fermentado, o mosto de cerveza, para hervirlo. A menudo se utiliza una bombona de cristal de 18-20 litros, como una botella de agua grande. El lúpulo y los otros ingredientes se añaden a través de una boquilla en la parte superior.

Fermentador

Un recipiente con una tapa que contendrá el mosto enfriado. Ahí es donde se añade la levadura para llevar a cabo el proceso de fermentación. Harán falta dos si la fermentación secundaria es parte de la receta.

Tanque de embotellado

Un envase donde se guarda la cerveza fermentada antes de embotellarla. Al igual que todo el equipo, es esencial que esté completamente limpio.

Botellas de cerveza

Se necesitarán botellas de cerveza limpias para almacenar el producto final, pues se supone que nadie se bebe cinco litros de cerveza justo cuando sale del tanque. Las botellas de cristal de color marrón oscuros son las mejores, para evitar que la exposición directa a la luz dañe a la cerveza durante el período de almacenamiento.

Rellenador de botellas

Un dispositivo de muelle que se utiliza para llenar botellas. Normalmente el líquido pasa a la botella cuando se presiona el extremo. Al igual que el resto del equipo, seguro que se puede encontrar en Internet si no hay un proveedor local.

Taponador

Opcional, pero muy útil, para poner tapones a las botellas. Las alternativas son tapones de corcho o de rosca, pero cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El corcho puede astillarse o permitir que entre moho en la cerveza. Los tapones de rosca necesitan estar colocados correctamente con el fin de garantizar un cierre hermético para evitar la oxidación de la cerveza.

Utensilios varios

Un termómetro es esencial comprobar la temperatura en las distintas etapas. Un hidrómetro es útil para medir algo que conocido como gravedad específica. Esta GE (SG por sus siglas en inglés) es una medida de la densidad de una materia en relación con la del agua. No es una medida crítica pero sí muy útil. Varios tubos de sifón, que pueden ser de cobre, vidrio, plástico duro, o una combinación de los anteriores. Un temporizador con un timbre bien ruidoso, para que no se nos pasen esos momentos críticos.

A veces, el tubo de cobre tiene forma espiral y se convierte en un enfriador de mosto. Forma una espiral alrededor del tanque, y el agua fría que fluye a través ayuda a extraer el calor del mosto hervido. Útil para muchas recetas, no esencial.

Fuente de calor

Se necesita un método para cocer y enfriar. El aire a menudo se hace cargo de la refrigeración. El calentamiento puede hacerse con una docena de métodos diferentes. Por lo general, será algún tipo de quemador Bunsen, o serpentinas que generan calor a partir de la electricidad.

Preparación

El equipo debe limpiarse, y muchos recomiendan la esterilización con lejía diluida seguida de un enjuague en agua hirviendo.

Al menos parte del entorno debe ser capaz de mantenerse frío, a una temperatura por debajo de 13º C, durante una parte del tiempo.

Hay que estar preparados para pasar unas horas ocupado en esta tarea durante dos días, aunque la actividad no será constante. Es conveniente contar con ayuda para llevar a cabo ciertos pasos.

Fabricación de cerveza

Una vez preparado todo el equipo y accesorios, necesitamos ingredientes.

Se utilizarán de dos y medio a tres kilos de extracto de malta. Hay una infinita variedad de tipos y marcas. Habrá que probar y experimentar.

La mayoría de las recetas requieren unos gramos de lúpulo, normalmente alrededor de 50 gramos, 10 g arriba o abajo. Una vez más, hay muchos tipos y marcas. Lo mejor es escoger una de las marcas populares y no meterse en discusiones hasta no tener algo de experiencia.

Harán falta dos paquetes de levadura seca para cerveza. Puede haber aún más tipos y marcas de levadura para hacer cerveza que tipos de malta o  lúpulo juntos. También hay preparaciones líquidas, pero mojar la levadura es parte de la diversión. Conviene asegúrese de no coger levadura para pan o levadura para  vino por error.

  1. Hervimos 18 litros de agua.
  2. Apagamos el fuego y la mezclamos con 2,4 kg de extracto de malta, hasta que se haya disuelto completamente.
  3. Volvemos a llevar la mezcla a ebullición, vigilándola para que no se desborde. Bajamos el fuego, según sea necesario. Hervimos la mezcla durante 15 minutos. A continuación, añadimos 42 gramos de lúpulo.
  4. Hervimos la malta y el lúpulo durante una hora, y después la  enfriamos. Comprobamos la temperatura de vez en cuando para saber cuándo está en el intervalo 21ºC-24ºC. A la espera de que el líquido se enfríe, mojamos la levadura seca con agua caliente, estéril.
  5. Removemos el mosto enfriado en el sentido de las agujas del reloj y permitimos que el lúpulo se asiente en el centro, y luego pasamos el mosto en el fermentador.
  6. Incorporamos levadura húmeda y removemos vigorosamente. Tomamos una muestra,  unos pocos mililitros, para medir la gravedad específica utilizando el hidrómetro. El número deseado variará alrededor de un poco más de 1. Hacemos la  comprobación y luego sellamos.

Ahora vienen los pasos más importantes ¡la fermentación!

  1. Desde unas pocas horas hasta un día como máximo, deberían empezar a aparecer burbujas en la esclusa de aire. Si no hay sonidos y no se ve ni rastro de burbujas dentro de las siguientes 48 horas, probablemente la levadura estaba muerta, pero hay docenas más de causas posibles. Si todavía no se ve ninguna actividad, lo mejor es esperar unos días, y luego comenzar de nuevo.
  2. Dejamos que el mosto fermente durante 5-7 días. El tiempo necesario depende de la receta, el medio ambiente, la levadura y otras variables. Habrá que experimentar. No hay que decepcionarse demasiado si no se consigue un resultado perfecto la primera vez.
  3. Pasamos el líquido al fermentador secundario, que deberá estar almacenado en una zona varios grados más fría, 10ºC es un buen punto de partida. Más frío para cervezas de tipo lager, más caliente para ales. Dejamos reposar el líquido durante otros siete días.
  4. Después de la fermentación, algunas recetas piden añadir de 120-175 ml de azúcar de caña, o jarabe de maíz, aunque muchos consideran este paso opcional o incluso indeseable. Es otro punto para experimentar hasta encontrar lo que más nos gusta. Ahora se pasa la cerveza al recipiente que se usará para llenar las botellas, eliminado un poco de líquido de la superficie. Llenamos cada botella, dejando un amplio espacio en la parte superior. Las almacenamos de 2-3 semanas a temperatura ambiente, a continuación, las enfriamos.

    Ahora viene la mejor parte: Decantar, servir y ¡disfrutar la cerveza!