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Métodos de cocción

Cuando el cocinero aplica correctamente los diversos métodos de cocina, gana confianza y mejora la calidad de los platos.

Escoger el método adecuado para cocinar los alimentos es el primer paso para lograr el resultado que se desea, algo delicioso, o al menos comestible. Un filete de solomillo es tierno y todo carne, así que quedará muy bien frito, y mejor no demasiado hecho. Sin embargo, el morcillo, aunque sea de ternera, tiene mucho tejido conjuntivo y necesitará hervir despacio durante mucho tiempo para quedar tierno. Las judias verdes quedan bien al vapor, pero las judías blancas necesitan remojo y una cocción larga. Para sacarle el mayour partido a los alimentos es necesario cocinarlos utilizando el método más adecuado a sus naturaleza y características.

Pero también hay oros factores a considerar. Las grasas realzan el sabor de los alimentos, y dorarlos mejora su aspecto. Así pues, familiarizarse con los diversos métodos de cocina ayuda a aplicarlos correctamente. No sólo los platos ganarán en calidad al saber como salen mejor las cosas, sino que nos sentiremos mucho más cómodos en la cocina.

Los métodos de cocina se clasifican en dos grandes grupos: calor húmedo, o calor seco.

Para cocinar los alimentos, hay que calentarlos. El calor del fuego se transfiere al alimento calentándolo y causando cámbios. El resultado deseable es algo más fácil de comer y más apetitoso.


Si se añade sal al agua del baño maría, tarda menos en alcanzar el punto de ebullición y el calor se prolonga durante más tiempo.