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Un festín digno de la realeza

Vamos a reunir a la corte real para que la princesa, o príncipe, de la casa tenga una fiesta inolvidable con un banquete digno de un rey.

A las niñas les encanta vestirse con ropa elegante y vistosa, ponerse joyas y todo tipo de adornos para jugar a ser princesas o bellas damiselas por un día y sentirse importantes. A los niños también les justa disfrazarse, pero preferirán jugar a ser príncipes o caballeros valientes y matar dragones, aunque probablemente evitarán besar a la princesa a toda costa.

El castillo

Crear un pastel con forma de castillo puede ser muy simple, o muy complejo, según la habilidad y nivel de confianza del chef. Un diseño muy simple es hornear un bizcocho de 22 cm x 30 cm. Lo congelamos cuando se haya enfriado. Las cuatro esquinas pueden ser conos de azúcar colocados boca abajo. Se pueden colocar banderitas de papel en lo alto de las torres. Las banderas se pueden comprar hechas o se pueden hacer en casa, simplemente pegando pequeños cuadrados de papel con dibujos medievales en un palillo de dientes.

Para un pastel de castillo más elaborado, se pueden usar moldes de diferentes formas y tamaños, creando capas para construir el castillo. Barquillos para helado de forma cónica o conos de azúcar pueden convertirse en las torres. Se puede crear un foso cavando una trinchera no muy honda en la capa inferior del montaje y llenándola con un glaseado teñido de azul. También se podría crear un foso simplemente decorando con glaseado azul alrededor del pastel sobre la base en la que se asienta, y se puede decorar con dulces en forma de piedra. Se puede construir un puente con galletas.

Ya sea que cree un pastel con forma simple o compleja, se le da color y textura con chispas de chocolate, dulces azucarados de colores, bolas de plata comestibles y otros adornos. Si hay cerca una tienda que se especialice en manualidades o decoraciones para fiestas, merece la pena visitarla.

Más allá del castillo

La comida para la fiesta puede ser muy sencilla. Lo mejor es servir cosas que los niños disfrutan, como sándwiches, frutas y comida que se pueda coger con los dedos. La presentación es la clave para que la comida sea divertida y encaje con el tema de la fiesta.

Sándwiches simples de mantequilla de cacahuete y mermelada, o rodajas de plátano, se convierten manjares dignos de un rey cuando se cortan en forma de estrellas, diamantes o corazones. Un sándwich abierto de queso es un alimento ideal para caballeros si se decora y se corta en forma de escudo.

La gelatina puede moldearse en una variedad de formas y colores y se convierte en las joyas de la reina. La fruta escarchada puede convertirse en las joyas de la princesa.

Un zumo espumoso servido en copas de vino (de vidrio o de plástico según la edad de los niños) le da aún más ambiente festivo a la comida. También se puede servir hidromiel medieval.

Celebrar una fiesta con tu príncipe, o princesa, y su corte real es muy divertido y merece la pena el esfuerzo. Disfrutarán enormemente de su día especial.

Modelo para hacer un castillo de chocolate y glaseado.

Fruta escarchada

Lavamos bien uvas y otras frutas blandas. Pintamos cada fruta con clara de huevo y la pasamos por azúcar muy fino. Sacudimos el exceso de azúcar y las colocamos artísticamente en un recipiente de vidrio, mejor si es una plataforma para tartas muy decorada.

Podemos poner albaricoques, ciruelas, crezas y frutas con hueso si los niños son mayorcitos.

Frutaa escarchada con azúcar.

Hidromiel medieval

Mezclamos zumo de uva tinta, o zumo de grosella negra, con agua caliente y distribuímos esta bebeda en vasos que tienen en el fondo unas pocas pasas de Corinto (sin pipas)

Decoración medieval

Pueden hacerse escudos y espadas de cartón forrado con papel metálico o pintado con purpurina. Igualmente pueden hacerse sombresos cónicos y coronas.

Los platos deberían ser dorados y plateados. El mantén también debería ser de color metálico, o un color sobrio, propio de una corte medieval como el color púrpura. Se pueden colocar monedas de chocolate sobre el mantél.