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Verduras y hortalizas para zumo

Comer verduras adquiere un nuevo significado cuando se empiezan a hacer zumos caseros

Ya de por sí es fascinante ver sus brillantes colores a medida que salen de la licuadora cuando se preparan zumos de frutas y verduras en casa.

Los zumos de verduras y hortalizas son saludables

Prácticamente todo el mundo sabe que las verduras y hortalizas, al igual que las frutas, aportan micro-nutrientes importantes para la salud, como son las vitaminas y sustancias anti-oxidantes. Pero recibir la dosis diaria recomendada de vitaminas no es el único beneficio que proporcionan las verduras y las hortalizas.

Todas las verduras contienen algo de clorofila y la clorofila ayuda a limpiar nuestros sistemas de eliminación que, a su vez, se encargan de mantener limpios el sistema sanguíneo y el sistema linfático. La clorofila suele tener efectos positivos sobre nuestro organismo, ya que ayuda a mejorar nuestra circulación, aliviar el dolor producido por la inflamación, destruir algunas bacterias, y a desintoxicar el hígado.

Es debido a las propiedades de la clorofila y a que las verduras de hoja verde contienen gran cantidad de clorofila por lo que añadir hojas verdes a los zumos se ha convertido en una práctica popular. Si bien un zumo de espinacas puede saber un poco amargo, combinándolas con otras hortalizas más suaves y con fruta se convierte en algo más apetecible y así podemos tomar zumos verdes de forma regular.

Al igual que ocurre en el caso de las frutas, pueden combinarse verduras y hortalizas que contienen nutrientes específicos para combatir problemas determinados. Hay zumos que ayudan a perder peso o a regular la presión arterial. Y, una vez más, la recomendación es disfrutar de una amplia variedad de zumos de verduras y hortalizas a menos que se esté intentando combatir un problema específico y los zumos sean parte del remedio.  Disfrutar de la variedad es la mejor forma de adquirir la vitalidad y la protección natural que los zumos de verduras pueden dar.

Todas las verduras y hortalizas - y sus hojas y frutos, para el caso - contienen nutrientes que son buenos para la salud. Tiene sentido que cuanto más variedad se pueda añadir a la dieta, será más fácil aprovechar estas riquezas que la naturaleza ha escondido en las frutas, verduras y hortalizas frescas.

Verduras y hortalizas para zumos y cómo prepararlas

Probar verduras y hortalizas nuevas es parte de la fascinación de los zumos. Se hace más fácil probar cosas nuevas puesto que no se necesita aprender las técnicas de cocina especiales de cocina, ni medir tiempos de cocción de las verduras. Hay mucha más libertad, también, para hacer combinaciones.

Dicho esto, es necesario puntualizar que algunas verduras son simplemente más fáciles de convertir en zumo que otras. Esto quiere decir simplemente que algunas verduras son más fáciles de preparar que otras, pues lavar, cortar y triturar es lo único que hay que hacer. Sabiendo cómo preparar las verduras se pueden hacer zumos fantásticos.

No hay que pelar

Algunas verduras y hortalizas que se usan para zumos no necesitan pelarse.

Apio – Es bien fácil de preparar, incluso las hojas frondosas pueden pasar a través de la licuadora o triturarse con la batidora. El único problema es que los hilos del apio pueden enredarse en el mecanismo, así que conviene cortarlo en trozos de 5 cm antes de añadirlo.

Batatas – Se lavan, se raspan bien, y se cortan en trozos.

Calabacines verdes y amarillos - Basta con lavarlos, retirar los tallos, y cortarlos en trozos del tamaño adecuado.

Espárragos – Lavarlos y recortar el borde en la parte inferior de cada tallo.

Nabos – Se lavan, raspándolos bien, y se cortan en trozos del tamaño adecuado. Los nabos suecos (colinabos o rutabaga) suelen estar protegidos con una capa de cera, así que es mejor pelarlos.

Nabos alargados (chirivías) – Se utilizan como las zanahorias. Después de lavarlos, los más grandes se cortan por la mitad, a lo largo, si se van a licuar, para que quepan. Se cortan en trozos más pequeños si se van a triturar en una batidora.

Zanahorias – Si se frotan y se raspan bien al lavarlas, para que no queden rastros de tierra, se pueden convertir en zumo sin necesidad de pelarlas. Si es necesario quitar los extremos verdes porque contienen sustancias tóxicas

Con semillas

Las semillas de algunas verduras y hortalizas contienen nutrientes beneficiosos y no estropean los aparatos, así que no hace falta quitarlas para convertirlas en zumo.

Calabaza alargada – Se pela si la piel es dura, y se corta en trozos, pero pueden mantenerse las pepitas.

Pepinos – Las semillas pueden convertirse en zumo. Ni siquiera es necesario pelarlos, a menos que tengan una capa protectora de cera.

Pimientos de todos los colores – Se les quita el tallo y después se cortan en trozos de tamaño adecuado para que quepan en el orificio de la licuadora, o para que sea más fácil triturarlos, pero no es necesario quitar las semillas.

Tomates – Se quita el tallo y la hoja, se lavan y se cortan, pero no hace falta quitar las semillas.

Lavar y cortar

Algunas hortalizas no necesitan más preparación que estar bien limpias y cortadas en trozos que quepan a través del orificio de la licuadora.

Brócoli – Tanto el tallo como la cabeza pueden convertirse en zumo. Si se mete la primero la parte inferior del tallo puede empujar los trozos de las verduras que se han añadido antes. Se usa la licuadora, es necesario tapar el orificio ¡Los ramitos de brócoli pueden volar!

Col o repollo – incluyendo la lombarda, el repollo blando y la col verde – Se quitan las hojas exteriores, se cortan en trozos, y se enjuagan.

Rábanos – Se lavan y se quitan las hojas, si las hay.

Lavar, raspar, pelar y cortar

Es necesario lavar y pelar algunas hortalizas antes de cortarlas en trozos.

Jícama – Generalmente se pela. Muy pocas personas le dejan la piel.

Remolacha – Es necesario pelarla, pero las hojas, bien lavadas, también pueden añadirse al zumo.

Lavar muy bien

La arenilla que queda pegada a algunas hortalizas puede mellar la licuadora o la batidora.

Acelgas  - Pueden incorporarse al zumo tanto las hojas como los tallos. Se deben enjuagar cuidadosamente y secarse con papel de cocina o un trapo para obtener los mejores resultados.

Hojas de remolacha, col rizada, espinacas, lechuga romana – Se preparan de forma similar a las acelgas.

Puerros – Tanto la parte blanca como la mayor parte de las hojas verdes se pueden utilizar en un zumo, aunque las hojas verdes no se deben incluir en gran cantidad.  Pero necesitan lavarse muy bien, ya que crecen en montículos de arena. Se cortan longitudinalmente, se separan las capas, y se enjuagan cuidadosamente.


Es muy importante lavar bien todas las frutas y verduras que se van a utilizar para hacer zumos. Incluso los productos orgánicos, resultado de la agricultura biológica, pueden haber estado en contacto con todo tipo de suciedad y adquirir bacterias externas antes de que llegara la cocina.

Ingredientes populares en zumos con verduras

Acelga  - Una buena fuente de vitamina A, potasio, y manganeso.

Apio - Ayuda a eliminar el ácido úrico del sistema digestivo, muy alcalino.

Batatas – Son una buena fuente de vitamina A, caroteno, y ayudan a combatir la artritis y otros tipos de inflamación.

Brócoli - Alto contenido de vitamina C, vitamina K, y beta-caroteno, contribuye a la salud ocular.

Col, lombarda, repollo - Ayudas a proteger el sistema digestivo.

Espárragos – Están incluidos en la lista de los súper alimentos. Son un buen diurético y ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, contienen ácido fólico.

Espinacas – Contienen vitaminas A y K, ácido fólico.

Hojas de nabo – Contienen vitamina K, calcio, y zinc, que se asocia con niveles menores de grasa corporal.

Nabo – Una hortaliza que fortalece el tejido pulmonar, según la sabiduría popular.

Nabo alargado (chirivía) -  Contiene una buena cantidad de cromo, que ayuda a regular el metabolismo.

Nabo sueco (colinabo, nabo amarillo) – Su consumo regular ayuda a incrementar la resistencia y la fuerza vital.

Pepino – Es un diurético natural y una buena fuente de silicio, que es beneficioso para la piel y el cabello.

Perejil – Contiene altos niveles de clorofila, ayuda a combatir los parásitos intestinales y a desintoxicar el hígado.

Pimientos – Contienen cromo y una gran variedad de sustancias muy valoradas como antioxidantes, además de vitaminas A, B y C.

Rábanos – Ayudan a mantener despejados los senos nasales.

Remolacha – Se consideran un buen desintoxicante para la sangre y un buen soporte de la función hepática.

Rúcula – Considerada uno de los alimentos más eficaces contra el cáncer.

Tomates – Una magnífica fuente de licopeno, que les proporciona su color rojo y es un fuerte antioxidante.

Zanahorias – Una buena fuente de vitamina A, cromo, y caroteno que actúan como antioxidantes y ayudan a evitar el daño que pueden producir los radicales libres en el organismo.


Nota: La lista anterior no es ciertamente ni exhaustiva, y no tiene el propósito de hacer ningún tipo de recomendación médica. La intención es ilustrar el amplio espectro de nutrientes que se encuentran en las verduras y hortalizas, y en sus zumos.