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Fresa y fresón

Las fresas pertenecen a la familia de las rosas.

La fresa es el fruto de una planta con tallos rastreros, abundantes hojas verdes y flores pecioladas, blancas o amarillentas. Las fresas son pequeñas y redondeadas, terminando en una punta ligera. Tienen un color rosado a rojo vivo, son dulces, suculentas y fragantes.

Las fresas silvestres de bosque son difíciles de encontrar, pero merecen la pena por su apetitoso sabor dulce y su exquisito aroma. Son pequeñitas. Están en su punto cuando son rosadas y blancas.

Los fresones son más grandes y tienen una forma más puntiaguda. Su color suele tender más al rojo vivo. Se venden sin lavar, sueltos o en cestillos, con las hojas y tallos, que ayudan a mantenerlos frescos. Los fresones blandos, aplastados o de color rojo muy oscuro, qu están lieramente pasados, no se pueden servir directamente como fruta de postre, pero sirven para hacer confitura.

Las fresas en la cocina

Para hacer un postre delicioso sy simple, se lavan las fresas, se rocian con zumo de limón o de naranja y se cubren en la cocina. Se refrigeran durante dos horas antes de servirlas.

Las fresas que son algo insípidas, mejoran con un poco de nuez moscada o canela molidas.

¿Cómo se pueden lavar las fresas para prevenir la cisticercosis?

Hay varias formas para lavar las fresas y prevenir la cisticercosis.

Remojar las fresas en un recipiente con agua y un par de gotas de cloro (lejía) durante 20 minutos.

Colocar las fresas en un cuenco grande lleno de agua y agregar alrededor de 15 mL de vinagre blanco (aproximadamente 1 cucharada) por cada litro de agua. Luego, se deben enjuagar con agua fría para eliminar el sabor a vinagre y cualquier resto de suciedad.

Hay quien sugiere utilizar un cepillo de diente ssuave (que no se use para lavarse los dientes) y un poco de agua con jabón líquido para limpiar las fresas. Hay jabones especiales para alimentos.

También se podría optar por sumergir las fresas en agua con mucha de sal. Pero es difícil quitar el sabor salado después, no es la mejor opción.

Al menos, hay que lavarlas ya sea con agua corriente o agua con lejía.

Es importante recordar siempre lavarse las manos con agua tibia y jabón después de ir al baño, cambiar pañales y antes de manipular o servir alimentos. Así se previene el contagio de muchas otras enfermedades, además de la cisticercosis.


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