Este es el famoso gravy inglés, que se hace aprovechando parte de la grasa y el jugo del asado. Sirve para acompañar al roast beef, cerdo asado, pavo, pollo, en incluso caza. La salsa se hace normalmente en la misma fuente del asado, así que se usa una fuente de horno que también se pueda poner directamente al fuego.
Ingredientes
Instrucciones
Pasamos la carne, una vez asada, a una fuente, manteniéndola caliente, y retiramos casi toda la grasa de la fuente de horno, dejando unos 30 ml (2 cucharadas soperas)
Ponemos la fuente al fuego, y rascamos el fondo para soltar el jugo caramelizado. Añadimos la harina y removemos vigorosamente para que se mezcle con la grasa y el jugo del asado, y dejamos que se dore, unos 2 minutos.
Añadimos el caldo, mezclamos, y hervimos a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que la salsa espese, y dejamos que se reduzca hasta que tenga la consistencia deseada.
Condimentamos con sal y pimienta recién molida, la colamos, si hiciera falta, y servimos en salsera aparte, al lado de la carne.
Para hacer una salsa de cebolla asada, asamos 250 g de cebollas, peladas y cortadas en rodajas muy finas, con un poco de aceite a 220º C durante 20 minutos, o hasta que empiecen a dorarse por el borde. Se puede asar la cebolla en el horno al mismo tiempo que el asado principal, en otra repisa.
Utilizamos caldo de verduras como base y condimentamos con 1 cucharadita de azúcar morena, 2 cucharaditas de salsa Worcestershire, 1 cucharadita de mostaza en polvo, sal y pimienta al gusto.
La salsa para asados es un ejemplo de salsas integrales.