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La vitamina K (fitometadiona)

La vitamina K, o fitomenadiona, es otra de las vitaminas solubles en grasa. En realidad, la vitamina K se presenta en tres formas: filomenadiona, que se encuentra en las plantas de hojas verdes, menaquinona, producida por las bacterias de la flora intestinal, y menadiona, sintética. Estos tres compuestos son similares.

La vitamina K se conoce como la vitamina de la coagulación de la sangre, porque esa es la razón por la que fue descubierta. Sin embargo, tiene también otras funciones importantes que a menudo se pasan por alto.

La vitamina K es necesaria para que se formen los factores que regulan la coagulación de la sangre. La deficiencia de vitamina K retrasaría la curación de las heridas, y en el caso de una deficiencia severa, se producirían hemorragias masivas. Puesto que los bebés nacen con reservas muy bajas de vitamina K, no tienen flora intestinal que la produzca, y la leche materna es una fuente más bien pobre, suele administrarse vitamina K de forma preventiva, para evitar hemorragias por deficiencia de vitamina K.
 La vitamina K también juega un papel importante en la prevención de la enfermedad cardiaca y arterioesclerosis. La deficiencia de vitamina K hace que el calcio se deposite en los tejidos blandos, y las paredes arteriales. Si la cantidad de vitamina K es suficiente, el calcio no se deposita en las paredes de las arterias, y no puede bloquear las arterias, o dañar las paredes de las arterias, o los tejidos que las rodean. El uso de la vitamina K para ayudar a regular el calcio también puede reducir el riesgo de desarrollar cálculos renales.

La vitamina K también participa en el metabolismo óseo. Ciertas proteínas que son necesarias para mantener dientes y huesos sanos no pueden formar sin la vitamina K. La forma en la que la vitamina K ayuda a mejorar la densidad ósea es actuando como una especie de cola que hace más fácil que el calcio se “pegue” a los huesos.

Las mujeres que experimentan sangrado abundante durante sus ciclos menstruales son tratadas, a veces, con vitamina K. En las mujeres posmenopáusicas, la vitamina K puede prevenir la aparición de la osteoporosis, ayudando a aumentar la masa ósea.

Cantidades recomendadas

La cantidad diaria recomendada de vitamina K para un hombre adulto e de 80 a 120 microgramos por día. Para las mujeres, puede ser beneficioso un mínimo de 65 microgramos al día, particularmente durante el embarazo y la lactancia.

No se conocen cantidades máximas permitidas, peo como es una vitamina que se almacena en la grasa y también es producida por las bacterias de la flora intestinal, no debería ser necesario ingerir vitamina K a diario para que nuestro organismo tenga la cantidad que necesita.

Las fuentes de vitamina K

Las plantas de hojas verde son una buena fuente de vitamina K, así que es altamente recomendable incluir espinacas, acelgas, brócoli, col, grelos, okra, espárragos, repollo, coles de Bruselas, judías verdes, y perejil en la dieta. También se encuentra en los productos lácteos, maíz, productos de soja, y algunos aceites, como el de soja o el de oliva, hígado, huevos, pescado, algas, lentejas, patatas, frutos secos, y la alfalfa.

Deficiencia de vitamina K

La deficiencia de vitamina K produce problemas de coagulación de la sangre. Cuando la sangre no coagula como debería, las lesiones que normalmente se consideran de poca importancia pueden provocar hemorragias grandes. La deficiencia de vitamina K produciría también calcificación del cartílago y el depósito de calcio en las paredes arteriales.

Las deficiencias de esta vitamina son más comunes entre las personas que tienen problemas digestivos, especialmente en lo que se refiere a la capacidad del cuerpo para absorber adecuadamente los nutrientes. Los que han tenido cirugía intestinal también pueden tener niveles insuficientes de vitamina K.

Puesto que la vitamina K es tan crucial para el proceso de coagulación de la sangre, uno de los síntomas más reconocibles de una deficiencia es la cantidad de tiempo que tarda la sangre en coagular. Otro indicador es una persona que sangra fácilmente y durante largos períodos de tiempo. Las personas con una deficiencia de vitamina K, también desarrollan hematomas con mayor rapidez de lo normal.