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Cómo guardar frutas, verduras y hortalizas frescas

Hay algunas normas a seguir para guardar frutas, verduras y hortalizas de forma higiénica y segura.

Hay varias formas de guardar frutas, verduras y hortalizas de manera que conserven su frescura y la mayoría de sus nutrientes.

A temperatura ambiente

Hay algunas frutas, verduras y hortalizas que no deben refrigerarse. Los plátanos, por ejemplo, es mejor dejarlos colgados de un gancho o en el frutero. Los aguacates suelen cogerse algo verdes y terminan de madurar a temperatura ambiente.

La forma en la que se presentan frutas y verduras en el supermercado probablemente es también la mejor forma de almacenarlas en casa. Si están estantes refrigerados, deben ir al refrigerador. Si están en cajas a temperatura ambiente, no hace falta conservarlas en la nevera.

Refrigerador

Muchas frutas y hortalizas, y la mayoría de las verduras, deben refrigerarse para que conserven su color vibrante, sus nutrientes y su gran sabor. Las verduras de hoja verde y las que tienen pencas o tallos suelen conservarse mejor en el refrigerador, pues la baja temperatura ralentiza su proceso de maduración.

Congelador

Congelar frutas y verduras es una excelente manera de almacenarlas a largo plazo. Si se congelan rápidamente en su punto óptimo de madurez, se preservan sus nutrientes, su color y sabor porque el proceso de maduración se detiene repentinamente.

Conviene escaldar durante unos pocos minutos muchas verduras antes de congelarlas. Así se fijan los colores y se desarrollan los sabores. Una vez escaldadas, se dejan enfriar a temperatura ambiente y luego se congelan individualmente antes de empaquetarlas. Para congelarlas individualmente, se extienden sobre una bandeja y se meten en el congelador durante tres a cinco horas. Una vez que hayan comenzado a congelarse y estén duras, se pueden pasar a una bolsa que se vuelve a meter en el congelador para que termine el proceso y se conserven. Conviene empaquetar juntas las verduras que se han preparado y congelado a la vez.

Las frutas son un poco diferentes. Debido a que la mayoría de las frutas tienen su azúcar, se recomienda congelarlas en un almíbar sencillo o en una mezcla de agua con ácido ascórbico para ralentizar el proceso de oxidación. Cuando se produce la oxidación, la fruta se decolora y se pone marrón, lo que la hace menos apetitosa.

Despensa (deshidratadas)

Otro método popular para almacenamiento de frutas y verduras es secarlas en un deshidratador de alimentos. Los alimentos secos se pueden almacenar en un recipiente hermético en la despensa, a temperatura ambiente, durante largos períodos de tiempo sin preocuparse de que se echen a perder. La temperatura y el tiempo de secado adecuados para cada aliento depende del deshidratador que se use.

Fruta y verdura congeladas.

Las patatas deben guardarse en un lugar fresco y oscuro. La exposición continuada a la luz hace que empiecen a ponerse verdes y tengan sabor amargo.

Las cebollas se conservan bien durante varias semanas si se cuelgan en una bolsa de red en un cuarto fresco y oscuro.

El apio se conserva mejor en el refrigerador, en el cajón de las verduras, pero debe envolverse en lámina de plástico o papel de aluminio para que su textura no se vuelva gomosa.

El brócoli se conserva en el refrigerador, pero se mantiene más fresco si se mantiene de pié con el tallo dentro de un vaso con agua, como si fuera una flor.

Al refrigerar lechuga, conviene poner papel de cocina debajo y encima para que absorba el exceso de agua.

Los plátanos se conservan mejor a temperatura ambiente. Se ponen marrones rápidamente cuando se refrigeran.


Cuando las frutas verduras y hortalizas se alamecenan se podrá disfrutar de los mejores alimentos durante todo el año.

Para obtener los mejores resultados, frutas, verduras y hortalizas deben cosecharse en el punto máximo de su madurez y durante la temporada adecuada.