El té en el mundo
La mayor parte del té verde que se distribuye alrededor del planeta se origina en la India, China, Japón y Taiwán.
De China vienen varios de los tipos de té que se sirven en las mesas alrededor del globo, tanto de té verde y como de té negro.
Durante siglos, los principales países productores de té han estado en Asia, aunque también en África e incluso en los Estados Unidos se cultiva, a pequeña escala, el árbol de hoja perenne de donde provienen las hojas de té. China, Japón e India son la fuente conocida de la mayoría de los productos de té, con la aportación de Taiwán y Ceilán durante los últimos doscientos años.
El té verde de China se cultiva a gran altura, entre 762 metros y 1370 metros sobre el nivel del mar. Las condiciones climáticas proporcionan un excelente entorno de crecimiento, aunque la naturaleza intensiva del esfuerzo y mano de obra que se requiere para cultivar té dificulta su cuidado. Hay algunas variedades que se pueden cosechar sólo durante unas pocas semanas del año, lo que las hace aún más difíciles de procesar.
Dragon well es un delicioso té verde que viene de China. En China, se han disfrutado sus hojas lisas y brillantes, con notas de castañas durante siglos. Otro popular té verde de China es la variedad jasminebBalls. Los recolectores enrollan las largas hojas en forma de bolas y las hojas se terminan de preparar rodeándolas con flores del jazmín.
La variedad de té keemun, que se ha consumido en Gran Bretaña desde hace más de 150 años, también tiene sus orígenes en China. Como té negro, es realmente más popular en Europa que su país de origen.
La producción de Japón está entre las más altas, gracias a que consiguen rendimientos de 1.630 kg por hectárea de esta magnífica planta. Gran parte de esta producción proviene de la región de Shizuoka, al sur de Tokio. El país consume el 98% del producto cultivado en sus tierras, sin embargo, por lo que a menudo aparecen como si sólo fueran uno de los productores menores.
Uno de las variedades de té verde más populares en Japón es una variedad conocida como sencha. Se sirve en todo el país, y los amantes del té lo encontrarán en cualquier tienda o restaurante. Gyokuro es otro té muy común en Japón, uno con un contenido de cafeína que es inusualmente alto.
El té verde matcha es un tipo tradicionalmente reservado para las ceremonias japonesas del té, pero ahora se sirve en muchas otros momentos del día en los que se consume té.
Hojicha, una especie de té tostado, también es popular en Japón y tiene la ventaja de tener muy poca cafeína. Es perfecto para quienes aman el té, pero son sensibles a los estimulantes.
Sin embargo, según todas los baremos, la India ha sido y sigue siendo el productor de té más importante del mundo. La demanda, tanto interna como internacional, es tan alta que ni siquiera este gigante de la producción de té puede satisfacerla toda.
Por primera vez en la historia hay una escasez aparente de tés indios. La oferta se ha vuelto tan escasa que la India ahora importa té de Kenia, Indonesia y Vietnam para mezclarlo con productos nativos. Kenia es uno de los mayores exportadores de hoja de té negro del mundo.
La India tiene decenas de tés diferentes. Ahí está el mundialmente famoso Darjeeling, por supuesto. Pero también hay el té negro Assam, el Puttabong verde, y el Lyerpadi Estate negro, cuya popularidad se ha prolongado durante más de cien años.
Naturalmente, hay muchos otros tipos de té que se podrían mencionar. El té rojo, rooibos, de Sudáfrica es cada vez más popular en todo el mundo, aunque no se trata de té real. El oolong de Formosa, Taiwán viene disfrutándose en mesas alrededor del mundo durante décadas, si no siglos. Los deliciosos tés de Ceilán han sido populares desde hace más de doscientos años.
Ningún bebedor de té desearía restringirse a la producción de un solo país, ya que, como ocurre con el café, hay tantas mezclas de té que son deliciosas aunque provengan de lugares bien distantes en todo el mundo que sería una pena no probarlas. El internacionalismo es el sello distintivo de cualquier bebedor del té que tenga auténtica dedicación ¡A beber se ha dicho!