Se pueden hacer infusiones de hierbas y tisanas a partir de una gran variedad de plantas, con las hojas, la corteza, frutos o raices.
Las infusiones de hierbas y las tisanas no se hacen a partir de la planta del té (camilla sinensis) pero se llevan usando casi desde la misma época, más de 5.000 años. Estos cociminetos se preparan de manera similar al té, por infusión de las hojas, o de otras partes de la planta, en agua caliente. Las infusiones de hierbas pueden compararse con el té en muchos aspectos. Son agradables, sabrosas, pueden ser relajantes o estimulantes, y son beneficiosas para la salud.
La manzanilla, por ejemplo, es una de las infusiones de hierbas más populares. Se trata de una planta apreciada por sus propiedades medicinales desde los tiempos del antiguo Egipto. Con ella se hace un cocimiento muy placentero. Es relajante y puede ayudar a aliviar la ansiedad, actúa como un soporífero suave. Está libre de cafeína por naturaleza y tiene un delicioso aroma floral y un sabor igualmente agradable.
Se pueden hacer infusiones deliciosas con casi todas hierbas aromáticas, por ejemplo menta, hierba luisa, o melisa. El romero o la salvia también se puede convertir en tisanas excelentes, aunque sean más apreciados como condimento culinario. La tisana de salvia tiene efecto calmante y su sabor es muy suave, aunque un poco picante. Va bien con muchos platos, además de ser deliciosa sola.
La infusión de hojas de menta fresca es suave, deliciosa y alerta la mente.
En cuanto a infusiones relajantes ¿Cuál mejor que un cocimiento de tila?
La hierba de limón seca es muy común como base para infusiones magníficas. Tiene un sabor a limón muy delicado, con una nota picante que despierta al paladar. Los estudios sugieren que tiene propiedades antibacterianas, también, y es conocida por facilitar la digestión. Las infusiones de hierba luisa o melisa también tienen un delicado sabor a limón.
Pero las hierbas y las hojas de arbustos no son la única fuente para preparar infusiones. Los frutos de la rosa, particularmente la rosa mosqueta, se han utilizado durante mucho tiempo para hacer infusiones. Esta bebida rojiza tiene un sabor delicado y es una buena fuente de vitamina C, hay casi 2 g de vitamina C en 100 g de fruto de rosa seco.
Mientras que el supuesto efecto afrodisíaco del ginseng todavía está a debate, su gusto delicioso y sus otros beneficios para la salud están bien establecidos. Se debe consumir con moderación, ya que el té de ginseng puede producir un estado de nerviosismo cuando se bebe en cantidad excesiva. Se hace a partir de la raíz carnosa de la planta de panax ginseng. Este té tiene un sabor característico y reconocible. Algunas personas lo encuentran amargo, otras lo comparan a un refresco suave. Al igual que con cualquier cosa, gusta o no gusta.
El té rojo o rooibos, una palabra que significa arbusto rojo, no es un verdadero té, pero su aspecto y sabor son los que más se parecen al té negro de todas las infusiones. Es muy popular como sustituto del té negro porque no tiene estimulantes.
Cómo hacer una infusión
Se pone a calentar 1 taza y media de agua. Al romper a hervir, se retira del calor, se pone una bolista, o se echa 1 cucharada rasa de hierbas o 1 cucharadita colmada, se tapa y se deja reposar 3-5 minutos.
Cuando esté lista, la infusión se cuela a través de un colador de malla fina, y se sirve en taza, con 1 cucharadita de azúcar o miel, si así se desea.