Las verdudras y hortalizas al horno necesitan poca preparación y poca atención, se cocinan casi solas.
El horno es uno de los métodos más populares para cocinar verduras y hortalizas. Es sencillo, la preparación necesaria es mínima pero el sabor se conserva al máximo, pues el calor seco del horno produce una textura satisfactoria y carameliza de forma deseable la superficie.
Las verduras y hortalizas asadas son un acompañamiento excelente para platos de carne y pescado, solas o condimentadas con hierbas. También pueden ser un plato completo, añadiéndoles algún otro ingrediente como queso, jamón, panceta o legumbres cocidas.
También se hacen en el horno verduras y hortalizas guisadas que necesitan cocinarse suavemente, sin la agitación que se produce al cocerlas, durante mucho tiempo y en los cuales la caramelización de la superficie es algo deseado.
Las mejores verduras y hortalizas para el horno
Quedan bien los tubérculos, como la patata, el boniato o la zanahoria; los bulbos, como la cebolla; y otras hotalizas de buen tamaño, húmedas y densas, como el tomate, berenjena, calabacín o calabaza.
El horno, con su calor seco y cocción prolongada, no es el mejor método para cocinar las verduras de hoja verde, a menos que se hagan con una salsa, o las pequeñas, como los guisantes o judías verdes.
Deben escogerse piezas de buen tamaño. Las pequeñas son casi todo piel una vez asadas. Lo ideal es que todas las piezas sean del mismo tamaño para que se hagan a la vez. Si algunas son más pequeñas, se ponen en el horno un cierto tiempo después de haber puesto las más grandes.