Caldo gallego
Un caldo gallego hecho con grelos y lacón tiene un sabor característico. Afortunadamente, hay otras opciones si no se pueden encontrar los ingredientes originales.
Ingredientes
Instrucciones
Remojamos las alubias en agua fría durante 8 horas, o desde la víspera. Las escurrimos en un colador y las aclaramos bajo el chorro de agua fría.
Ponemos las alubias en una olla grande y las cubrimos con agua, aproximadamente 1 litro. Llevamos a ebullición. Añadimos el lacón, aceite de oliva, el pimentón y el tocino, si se usa, cuando el agua empiece a hervir. Cuando el líquido vuelva a hervir, bajamos el fuego y dejamos que la olla hierva a fuego lento hasta que las alubias estén tiernas, aproximadamente una hora.
Añadimos entonces las patatas, troceadas, y los grelos. Dejamos que el caldo hierva a fuego lento, hasta que las patatas y los grelos estén cocinados, 15-20 minutos más.
Troceamos el lacón, si se va a servir junto con la sopa, y probamos el punto de sabor, añadiendo sal si hiciera falta. Pasamos el caldo gallego a una sopera y lo servimos bien caliente.
Notas
Las alubias deben ponerse a remojo la noche anterior. Pueden estar a remojo más de ocho horas, aunque no tiene sentido dejarlas más de 12 horas. Pueden congelarse las alubias ya hidratadas para poder utilizarlas en otro momento. Las judias congeladas pueden echarse al caldo sin descongelar previamente.
No se echa sal hasta el final, el lacón ya tiene bastante y puede que no sea necesario añadir más.
Los grelos son hojas de una variedad de nabo recogidas antes de la floración. Si no se encuentran grelos, las hojas de remolacha pueden ser un buen substituto pues tienen un sabor similar, algo picante y ligeramente amargo. El repollo verde tiene un sabor algo más dulce pero también hace un buen caldo gallego. También podría usarse col rizada en lugar de grelos.
Se puede usar un hueso de jamón serrano para dar sabor, en lugar del lacón.