Requesón casero
El requesón casero es un postre nutritivo y permite aprovechar la leche que se corta.
Ingredientes
Instrucciones
Una vez que la leche está caliente, retiramos la olla del fuego y añadimos lentamente el ácido elegido, cucharda a cucharada, mientras removemos suavemente. Casi inmediatamente empiezan a formarse los grumos de la cuajada.
Deja la mezcla reposar durante 5-10 minutos, permitiendo que la cuajada se asiente mientras el suero líquido se separa por completo.
Colamos la leche cortada a través de un colador de malla muy fino para separar el suero de de los grumos blancos. Pasamos los cuajarones de leche a un cuenco y los batimos con una cuchara de madera. Los dejamos reposar 15-30 minutos.
Tamizamos el requesón a traves de un paño fino, apretando bien para eliminar el resto del suero. Vovlemos a pasarlo al cuenco y lo batimos de nuevo. Lo refrigeramos hasta que se vaya a usar.
Distribuimos el requesón en recipientes individuales con 1-2 cucnaraditas de miel. Decoramos el requesón al gusto y servimos.
Notas
El suero de la leche sobrante se puede consumir como una bebida rica en proteínas o se puede aprovechar para hacer tortitas, sopas o batidos.
Puede usarse para hornear. Al añadir suero a la masa, el pan y los pasteles quedan más húmedos y adquieren un ligero sabor ácido.
El suero diluido también puede utilizarse como fertilizante para plantas. Es nutritivo ya que contiene minerales como calcio y potasio.
Variaciones
El requesón tiene un sabor bastante neutro y admite todo tipo de acompañamientso. Puede endulzarse con miel o azúcar. Se puede servir con frutos secos picados; fruta seca o deshidratada, como uvas pasas o arándanos secos; fruta fresca, esepecialmente fresas y frambuesas; hierbas aromáticas dulces, como la melisa, verbena de limón o hierbabuena; especias dulces, como la canela molida o cardamomo.
La forma más simple de servirlo es espolvoreando por encima un poco de azúcar y canela molida.
Cuajar la leche
Hoy en día es raro que la leche se corte, pero podemos provocarlo. Para cuajar la leche basta con mezclarla con un poco de zumo de limón y dejarla reposar 10 minutos. La proporción es de 1-2 cucharadas de zumo de limón por cada 250 ml de leche.
El proceso es más rápido y los grumos más grandes si la leche mezclada con el ácido se calienta suavemente. No hace falta que hierva.
Al calentar la leche, si se tiene un termómetro, se puede verificar que la leche esté a 85°C, aproximadamente. Si no, se pueden buscar señales visuales como pequeñas burbujas en los bordes de la olla.
El zumo de limón es el mejor ácido, pero se puede sustituir por vinagre, zumo de naranja o yogur. Un yogur de 125 g hará cuajar 1 litro de leche.