Caldo ligero de verduras
Este caldo es más bien una infusión. Además de unos pocos ingredientes básicos, pueden aprovecharse los restos de verdura que se encuentran en la nevera o aquellas verduras y hortalizas quen no tengan la mejor apariencia pero estén en su punto de sabor.
Ingredientes
Instrucciones
Picamos muy finamente las zanahorias, cebollas, ramas de apio y dientes de ajo, o los rallamos.
Ponemos al fuego una olla con el aceite de oliva. Echamos las hortalizas y la sal cuando el aceite esté caliente.
Sofreímos las hortalizas 4-5 minutos, moviéndolas constantemente.
Añadimos el agua, los granos de pimienta y la hoja de laurel y llevamos el líquido a ebullición.
Tapamos la olla y dejamos que el caldo repose 10 minutos.
Colamos el caldo utilizando un colador de malla fina y apretando para exprimir todo el líquido que se pueda.
Podemos utilizar el caldo inmediatamente o dejar que se enfríe por completo para después refrigerarlo o congelarlo.
Para hacer un caldo de verduras sin grasa, omitimos el aceite. Ponemos todos los ingredientes en la olla y los llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y dejamos que las verduras cuezan lentamente, sin tapar la olla, hasta que estén tiernas, 20-25 minutos.
Dejamos que el caldo hierva más tiempo, 30-45 minutos, si hubiéramos cortado las verduras y hortalizas en trozos grandes.
Notas
Puede utilizarse un robot de cocina para picar las verduras.
Este caldo se conservará hasta una semana en refrigerado o hasta un año congelado.
Pueden sustituirse las 2 cebollas por 6-8 chalotas o 3-4 puerros. Y a los comensales no les gusta el ajo, puede sustituirse por otra cosa, un poco de hinojo, por ejemplo.
Pueden añadirse restos de verduras y hortalizas que se tengan a mano: tallos de espárrago, trozos de calabaza, nabo, chirivías, puntas de judías verdes, hojas y barbas de maíz tierno. Resultará un caldo aún más sabroso.
Y también pueden añadirse otras hierbas y especias. La hoja de laurel puede sustituirse por una rama de perejil o de tomillo, o estas se pueden añadir además del laurel.
Variaciones
Si añadimos tallos de champiñon o champiñones deshidratados, resultará un caldo con un sabor más intenso. También se le puede añadir un puñado de lentejas o garbanzos cocidos para darle más cuerpo. Este caldo puede utilizarse en lugar del caldo de carne en muchos platos para convertirlos en platos vegetarianos.
Para darle un sabor oriental a este caldo, se puede añadir un trozo de jengibre pelado y rallado, 2-3 granos de anís estrellado, un poco de hierba de limón, o cúrcuma fresca pelada y rallada.
Para darle el sabor del norte de Africa o del oriente próximo, se puede añadir comino, una ramita de canela, o una pizca de guindilla, seca o fresca.
Para hacer una sopa ligera de verduras, se rallan un poco más grueso las zanahorias, cebollas y apio. Se dejan hervir 2-3 minutos antes de dejar el caldo en infusión. Los granos de pimienta y la hoja de laurel se retiran antes de servir. Es una sopa reconfortante que no rompe la dieta.