Costillas con setas
Costillas de cerdo guisadas con vino y servidas con una salsa de setas.
Ingredientes
Instrucciones
Frotamos las costillas con sal y pimienta. Calentamos el aceite en una sartén y doramos las costillas por todos los lados, 5-6 minutos.
Pasamos las costillas a una cazuela. Añadimos la canela, si se usa, guindilla, vino y las cubrimos con agua. Tapamos parcialmente la cazuela y la llevamos a ebullición. Dejamos que las costillas se hagan hasta que estén tiernas, 20-60 minutos dependiendo de su tamaño. Dejamos las costillas en la cazuela y retiramos casi todo el líquido. Mantenemos las costillas calientes y resrvamos el líquido.
Sofreímos la cebolla suavemente en la grasa que queda en la sartén hasta que se ablande, 4-5 minutos. Echamos el ajo picado y le damos un par de vueltas.
Salpicamos el pimentón y la harina por encima y removemos para que se mezclen bien. Agregamos las setas y las cocinamos 6-8 minutos, removiendo suavemente para que no se pegue la salsa que se forma cuando las setas empiezan a soltar agua.
Vamos añadiendo líquido de cocer las costillas a las setas, removiendo cuidadosamente, hasta que se forme una salsa. Vertemos esta salsa sobre las costillas, las tapamos y dejamos que cuezan 5-6 minutos en la salsa de setas.
Pasamos las costillas con setas a una fuente y las servimos bien calientes.
Notas
Las setas que se usan en este plato suelen ser níscalos, pero puede hacerse también con champiñones marrones, con otros tipos de setas, o con una mezcla de setas silvestres y cultivadas.
Las costillas con níscalos suelen servirse solamente con pan, pero también les va el puré de patata, patatas fritas en cuadraditos o el arroz blanco.
Se puede sustituir el trozo de guindilla y 1 cucharadita de pimentón dulce por 1 cucharadita, o al gusto, de pimentón picante.
Como la mahyoría de los guisos, este es un plato que no se estropea de un día para otro.
Las costillejas estarán listas en 20-30 minutos. Si los trozos son más grandes, tardarán más tiempo en hacerse.
Las costillas se pueden guisar en la olla eléctrica de cocción lenta. La salsa se hace en una sartén grande y las costillas se añaden a la sartén.
Origen
En Extremadura, las costillas de cerdo se comen frescas, ya sea asadas con canela, sal y pimienta, o guisadas con canela y vino y acompañadas con una salsa de níscalos. La temporada de los níscalos empieza a finales del mes de noviembre, coincidiendo con las fechas de la matanza.