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Sopa de calabaza

Una sopa de sabor ligeramente dulce, suave y cremosa, que aprovecha las hortalizas de invierno y se deja coger bien con la cuchara, por lo cual es ideal para servir cuando se tienen invitados.

Ingredientes

1 cebolla (mediana, pelada y picada gruesa)
1 kg calabaza (pelada, sin semillas, y cortada en trozos)
750 ml líquido (caldo de pollo, caldo de verduras, o agua)
  sal y pimienta (al gusto, pimienta blanca)

Instrucciones

Calentamos el aceite de oliva en una cacerola a fuego medio. Echamos la cebolla picada y la freímos hasta que esté translúcida, unos 3 minutos.

Añadimos la calabaza y seguimos cocinado 2-3 minutos más, volviéndola para que se cubra de aceite.

Incorporamos el líquido y llevamos a ebullición, revolviendo ocasionalmente.

Reducimos el fuego, tapamos la cazuela y dejamos que la sopa hierva a fuego lento hasta que la calabaza esté tierna al pincharla con un tenedor, de 20 a 30 minutos.

Retiramos la sopa del fuego y trituramos las verduras con la batidora hasta que tengamos un puré suave, añadiendo más líquido si fuera necesario para que tenga la consistencia deseada.

Rectificamos la sazón.

Mezclamos la nata líquida justo antes de servir. También se puede decorar con un espiral de nata líquida.

Sopa de calabaza adornada con nata.
Rendimiento
4 raciones
Tiempo de preparación20
Tiempo de cocción30
Tiempo total
50 minutos

Unas rodajas de queso de cabra blando flotando en el plato quedan muy decorativas, o algunas virutas de queso rallado. El sabor del queso complementa el sabor de la calabaza.

Notas

La variedad de calabaza preferida para esta sopa es la que tiene un fruto en forma de campana y una pulpa dulce de color amarillo anaranjado.

El caldo de pollo se puede sustituir por caldo de verduras, o simplemente por agua, y aunque el sabor sea algo distinto resultará igualmente una sopa deliciosa.

Podemos servir la sopa con costroncitos de pan frito si se trata de una cena en familia. Para invitados se puede decorar con un espiral de nata líquida, nueces tostadas y picadas, o queso blando.

Es fácil convertir esta sopa de calabaza en una sopa de calabaza y manzana. Curiosamente, los sabores de la calabaza acampanada y las manzanas se complementan. Y también se le puede añadir zanahoria cortada en trozos. Es un truco a recordar cuando tenemos invitados inesperados y necesitamos preparar más cantidad de sopa y no tenemos más calabaza.

Lo ideal es utilizar una batidora de mano y triturar la sopa directamante en la cazuela o la olla. Si no la tenemos, deberemos utilizar una batidora eléctrica tipo túrmix o un robot de cocina, pasando las verduras y la mitad del caldo al recipiente para hacer el puré. Después se devuelve el puré a la cazuela y se sigue añadiendo caldo hasta que la sopa tenga la consistencia que queremos. Y no nos olvidemos del pasapurés.

Variaciones

Se pueden añadir varios ingredientes para hacer una sopa aún más sabrosa.

  • Uno o dos dientes de ajo, pelados.
  • Sustituir parte del caldo por jerez seco.
  • Una pizca de nuestra mezcla de especias favorita.
  • Un poco de salvia.

Para convertirla en una sopa de calabaza al estilo chileno, se le añade un huevo batido a la sopa caliente justo antes de servir.

Origen

Cocina internacional

Entre una sopa y una salsa a veces no hay más diferencia que la textura, así que también se puede seguir la receta de la salsa de calabaza incrementando la cantidad de líquido, probablemente el doble, para obtener una sopa.