Trenza suiza

Es un tipo de pan que tradicionalmente se sirve los domingos, junto con mantequilla, mermelada, queso, embutidos y toda la parafernalia que puede acompañar a un desayuno tardío que casi es un almuerzo. Es parecido a un brioche y no es excesivamente dulce

Preparamos la masa

1. Fundimos la mantequilla con un poco de la leche. Cuando esté fundida, añadimos el resto de la leche. Debe quedar a una temperatura un poco más baja que la temperatura corporal.
2. Disolvemos la levadura fresca en agua y la desmenuzamos.
3. Mezclamos la harina con la sal en un cuenco grande y hacemos un hueco en el centro.
4. Echamos la levadura y la leche con la mantequilla fundida en el hueco de la harina. Mezclamos.
5. Amasamos hasta que la masa deje de estar pegajosa y se vean burbujas de aire cuando se divide.
6. Ponemos la masa en un cuenco, la cubrimos y la dejamos reposar hasta que doble su volumen, 2 horas en un sitio templado.

Formamos la trenza

1. Cuando la masa ha subido, la dividimos en dos mitades (para hacer 2 panes de 500 g cada uno, dividimos la masa en 4 partes iguales)
2. Le damos forma de tira gruesa a cada trozo de masa. La tira debe ser mas fina en los extremos que en el centro.
3. Ponemos dos tiras al lado y empezamos a trenzar, cruzando una tira sobre la otra. Unimos los extremos.
4. Ponemos la trenza en una bandeja de horno forrada con papel encerado.
5. Pintamos la superficie del pan con yema de huevo.

Horneamos la trenza suiza

1. Ponemos la bandeja con el pan en el centro o en la mitad inferior y calentamos el horno a 200º C. No es necesario calentarlo antes de meter el pan, aunque puede hacerse.
2. Horneamos el pan hasta que esté hecho y la superficie dorada, unos 40-45 minutos para una trenza de 1 kg (25-30 minutos para 2 trenzas de 500 g)
3. Sacamos el pan del horno y dejamos que se enfríe un poco antes de servirlo.