Europa

Se trata de un plato tradicional irlandés consistente en capas de rodajas de patata y cebolla, lonchas de tocino, y salchichas, todo bien sazonado con sal y pimienta. Se hace cocido al vapor o parcialmente hervido.

Esta receta sirve para hacer muñecos de jengibre y todo tipo de formas, especialmente motivos de fiesta. Las galletas se pueden decorar con glasa para que tengan aún mejor aspecto.

Tomar café con un bollo o un pastel es tradicional en Suecia y hay recetas para todas las ocasiones. Esta es una receta algo más festiva, pero los bollos son igualmente deliciosos a la hora del café o en cualquier otro momento, cualquier día del año y en cualquier otro país.

El risotto milanés marca el baremo contra el cual se miden todos los otros platos de arroz a la italiana.

Este aliño va muy bien con una ensalada de queso mozzarella y verduras asadas, como cebolla, calabacín, berenjena o pimiento rojo. Si se añade prosciutto y rebanadas pan, la ensalada se convierte en una comida sustanciosa.

El paté de caballa ahumada se puede servir como primer plato, o cena ligera, con rebanadas de pan tostado y algo de ensalada al lado. También se puede servir  como canapé untado sobre tostadas y adornado con hierbas, rodajas de pepino o tomate, o rodajas de limón.

Aquellos a quienes les gusta terminar la comida con una taza de café deberían probar el café irlandés, una bebida ideal para la sobremesa. El café irlandés se puede servir en una taza o en una copa.

Estos calabacines al horno admiten todo tipo de tropezones, están listos en menos de media hora y son perfectos para compartir.